Jueves 7 de Julio de 2016
Monseñor Durán explocó el rol del Diputado Fray Justo Santa María de Oro.
Autoridades eclesiásticas, educativas y público, en la importante charla.
Autoridades eclesiásticas, educativas y público, en la importante charla.
Como nuestro medio lo anticipara, en la jornada de ayer, disertó en nuestra ciudad Monseñor Dr. Juan Guillermo Durán, quien abordó el tema “El Bicentenario del Congreso de Tucumán a través de la figura de uno de sus más importantes Diputados: Fray Justo Santa María de Oro”, en el salón de actos del Colegio Jesús Sacramentado, ante nutrida concurrencia.
En los pasajes más interesantes de su alocución, Durán expresó que “este año se conmemora el Bicentenario del Congreso de Tucumán que, en los anales de nuestra historia, constituye uno de los hechos fundacionales del país, pues a él se debe la declaración de su independencia, proclamada el 9 de julio de 1816. Dicha declaración, fruto de un proceso interno muy difícil y complejo, y hasta puede decirse traumático, trajo consigo la constitución de un nuevo orden político en el Virreinato del Río de La Plata, que significó el paso de la monarquía absoluta, sostenida sobre la base del derecho divino de los reyes, como fue la borbónica, a un régimen de gobierno nuevo y distinto, de marcadas aspiraciones republicanas, si bien recién adquirió forma jurídica definitiva con la sanción de la Constitución Nacional de 1853”.
En el mismo marco, expresó que “el proceso independentista rioplatense, más allá de las causas internas que lo originaron, reconoce las influencias ideológicas de un contexto internacional caracterizado por un cuestionamiento generalizado de la legitimidad de las formas monárquicas vigentes, que llevaron a pensar en la posibilidad de renovar la sociedad desde las ideas democráticas y liberales, tal como fueron asumidas por las dos grandes revoluciones de época: la norteamericana (1776), cuya independencia fue reconocida por Europa en la firma de la “Paz de París” (1783) ; y la francesa que trajo consigo la célebre Declaración de los Derechos del Hombre y Ciudadano (1789)”.
“En este sentido, el Congreso de Tucumán significa la creación de un nuevo orden político basado en los derechos del hombre y del ciudadano, convertidos desde 1789 en patrimonio de la humanidad. Estableciéndose así los principios fundamentales de la democracia representativa y de la soberanía popular que se postularon en Mayo de 1810, en la Asamblea del Año XIII, en la Declaración de la Independencia de 1816 y en la Constitución de 1853. Estos valores fundantes conforman el acuerdo básico de convivencia inter generacional de los argentinos”, subrayó.