Lunes 11 de Julio de 2016
No se trata de un 9 de Julio cualquiera.
El Intendente se dirige a los presentes desde el palco oficial.
El Intendente se dirige a los presentes desde el palco oficial.
Si bien este día es siempre muy importante para todos nosotros, no siempre tenemos la suerte de celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia. Sobre todo es una fecha muy particular para nuestra comunidad ya que se trata de la fecha que dio nombre a nuestro querido partido.
Grandes aniversarios tenemos este año en nuestra ciudad, escuelas que cumplen 50, 100 y hasta 150 años, como la Escuela NO1. Son importantes estas conmemoraciones, por eso estoy muy contento de que podamos compartirlas juntos. Pero también es importante tener presente la historia de la Declaración de la Independencia, la lucha de aquellos hombres y mujeres que forjaron nuestra Nación. Con sus aciertos y sus errores nos marcaron un camino que hasta hoy seguimos recorriendo.
El Congreso de Tucumán se reunió en tiempos donde reinaba la anarquía en el territorio de las Provincias Unidas. El resto de la América del Sur había sido recuperada por los españoles y el Plata estaba rodeado. Al norte se había perdido el alto Perú, al oeste Chile había sido reconquistado por la corona, y las luchas internas en el litoral generaban las peores condiciones para declarar formalmente la independencia desde la revolución del 25 de mayo de 1810.
En este contexto es que en Congreso, representantes de varias provincias se reúnen en Tucumán, y el 9 de julio de 1816 declaran una Nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y de toda otra dominación extranjera”.
A partir de ese momento comenzó a gestarse nuestra historia como Nación Independiente. Desde el comienzo tuvimos que afrontar tiempos de penurias, para defender nuestra independencia. También tuvimos que enfrentar conflictos internos. El camino no fue nada sencillo, pero finalmente nuestra Nación se consolidó como la República que es ahora y de la que nos debemos sentir orgullosos.
Este ejemplo de valores, principios, y rectitud, debe inspirarnos a todos para tener el coraje de tomar las decisiones correctas aun en los momentos más difíciles. Debemos honrar a nuestros héroes que supieron marcarnos el camino, pero también tenemos que esforzarnos día a día, dando lo mejor de nosotros, para que nuestra patria siga creciendo.
Fueron 200 años de historia, de tiempos difíciles y tiempos de gloria, supimos destacarnos como pueblo y hacer valer nuestra voz hacia el resto del mundo. Debemos entender que depende sólo de nosotros seguir destacándonos.
Nuestra prioridad debe ser unirnos como argentinos, concentrarnos en nuestros puntos en común y empujar todos para el mismo lado. Esta tierra noble, nos ha dado siempre los frutos de nuestro éxito. Y si hemos sido perjudicados no fue sino bajo nuestra propia responsabilidad. Por eso tomemos hoy el ejemplo de Belgrano, de San Martín, para pensar un futuro mejor.
De este modo, propongo que superemos todas las diferencias que supieron separarnos en el pasado y en comprometernos con el otro, para tratarnos como lo que verdaderamente somos: hermanos conviviendo bajo el mismo cielo y persiguiendo los mismos objetivos. Estoy seguro de que solo de esta forma podremos construir un país donde todos nos podamos sentir integrados, respetados e iguales ante la ley. Sólo así podremos formar un país donde haya consensos, donde haya diversidad de opiniones, y donde la solidaridad sea el valor característico de todos los vecinos.
No me quedan dudas de que merecemos vivir mejor, y que aún tenemos mucho potencial por explotar como comunidad, y estoy convencido que honrando a los padres de la Patria, trabajando todos los días para ser buenos hijos de nuestra Patria, días felices nos tocarán vivir como argentinos y como nuevejulienses.