Miércoles 19 de Agosto de 2015
Por Elsa Oquiñena de Solaberrieta.
Quiero agradecer por este medio al Dr. Ríos, Javier Fernández y a la secretaria Silvana, quienes el 28 de Julio a la mañana, mandaron al Sr. Videla a buscar los dos perros de la calle, que hacía cuatro meses que alimentaba y hacía dormir en mi garage, y que por problemas personales no podía seguir teniéndolos.
Quiero aclarar que durante el tiempo que los tuve, llamé muchas veces a la secretaria de Salud Dra. Bazzetta, tuve una entrevista con ella, no me dio ninguna solución y hasta me dejó esperando en el teléfono.
También antes de tomar la decisión de llevarlos al albergue, publiqué las fotos, ofreciéndolos en adopción, llamé a algunas personas de distintas protectoras, para ver si me solucionaban algo,les hice hasta tres y cuatro llamados, dejé mensajes en el contestador y no obtuve ninguna respuesta; solo un llamado de una persona maravillosa, que realmente se ocupa de los animales enfermos y abandonados, que es Andrea Ríos, la cual no disponía de lugar porque tenía varios recuperándose.
Espero que el próximo Intendente y Secretario/a de Salud, de quienes depende el albergue canino, hagan lo que les corresponde, castraciones masivas con los insumos adecuados para ello.
Yo estuve desde el 2002 al 2008 en una protectora con cuatro o cinco personas más, pasamos varias oficinas, intendentes, secretarios de salud, concejales, veterinarios municipales, secretarios de gobierno, etc, que escuchaban nuestros pedidos y nos contestaban que nosotros preferíamos darle de comer a un perro antes que a un chico.
Creo que quienes me conocen saben que esa no es mi postura; pero también le daría atención a un animal, porque sienten lo mismo que las personas, solo que no se expresan, además los perros que andan en la calle, sin dueño, enfermos, lastimados y con hambre, son un problema para todos nosotros, la causa es que no practicamos una tenencia responsable y las autoridades tienen prioridades.
El tema desechos del albergue canino está en la agenda de la municipalidad, ya que estos se depositan en el basural, provocando contaminación y peligros para la salud tanto de las personas que trabajan en el albergue, en el basural y la comunidad toda.
La unión de una perra y un perro, da como resultado 4.730 animales a lo largo de 10 años. Si se hubiera comenzado a castrar en el año 2002, hagan números y verán en 13 años cuántos perros vagabundos menos habría en la ciudad.
Gracias nuevamente a las cuatro personas que se ocuparon.
Elsa Oquiñena de Solaberrieta
DNI 1.398.337