Viernes 28 de Junio de 2019
“Pedro es hoy Francisco”
Mensaje del Obispo de Nueve de Julio con motivo de la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo, día del Sumo Pontífice
Cada 29 de junio celebramos a los santos apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la fe y fundamentos de la Iglesia. San Pedro fue el primer pastor de la comunidad cristiana de Roma. Por eso mismo, sus sucesores son los Papas, obispos de aquella Iglesia, madre y cabeza de la comunión en la fe católica.
Pedro es hoy Francisco. Estos nombres definen la perspectiva y sintonía propias con que debemos mirar la figura, enseñanza y gestos del actual Romano Pontífice y Pastor de la Iglesia. Su misión de confirmarnos en la fe proviene del mismo mandato evangélico de Jesús. Esta es la realidad que cuenta e importa.
Frecuentes miradas sesgadas o parciales, interpretaciones viscerales, interesadas o reduccionistas, no contribuyen en nada a la madurez y la comunión en la fe y la tarea evangelizadora que es, al fin y al cabo, lo que debe interesarnos y preocuparnos. Al mismo tiempo, asistimos a una llamativa paradoja: mientras en su propia tierra mu-chas veces es tergiversado o mal interpretado, en el resto del mundo es tenido como una de los más respetados y escuchados líderes mundiales.
¿Tan rápido olvidamos la riqueza de su enseñanza y la contundencia de sus gestos? “Evangelii gaudium” llamándonos a un renovado esfuerzo evangelizador, o “Laudato si” convocándonos a un urgente despertar de las conciencias sobre temas capitales para el cuidado de la creación como la casa común, o el más reciente mensaje, lleno de esperanza a los jóvenes, de “Christus vivit”. El Papa cuyo primer viaje apostólico fue a una minúscula isla del mediterráneo a donde van a parar los miles de refugiados que huyen de la pobreza o aquel que besó los pies de los líderes rivales de Sudán del Sur implorando que hagan la paz, entre tantos otros gestos significativos. El Pontífice que propone una “cultura del encuentro” para el mundo globalizado e ir a las “periferias existenciales” como horizonte de la misión evangelizadora. Y mucho más.
A la luz de todo lo anterior, especialmente los fieles católicos, no podemos permitirnos miradas y consideraciones tan cortas como mezquinas, que se vuelven contra nosotros mismos. Por ello invito y convoco a las comunidades cristianas de la diócesis y, también, a tantas personas de buena voluntad, a volver a considerar la enseñanza y gestos del Santo Padre para aprovecharnos de tan sugerente y rico magisterio. Como él mismo nos lo pide repetidamente, en el día de los santos apóstoles Pedro y Pablo, recemos por nuestro Papa Francisco.
+Ariel Torrado Mosconi
Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio
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