Viernes 2 de Junio de 2017
EL OBISPO REALIZO LA ORDENACION DEL MONJE LUIS ZAVALIA
Un nuevo sacerdote para la Abadía benedictina de Los Toldos
El miércoles el monje Luis Zavalía fue ordenado nuevo sacerdote para el Monasterio benedictino de Los Toldos.
La misa fue presidida por el obispo de Nueve de Julio, Monseñor Ariel Torrado Mosconi y concelebrada por el Arzobispo Coadjutor de la Arquidiócesis de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz Costa, y más de cuarenta sacerdotes.
Entre ellos, el Abad Osvaldo Donicci y el Abad Primado para el cono sur, el Padre Mamerto Menapace.
Durante la ceremonia el monje recibió la sagrada ordenación a través de la imposición de manos del Obispo Diocesano, quien destacó en su mensaje que “el ministerio sacerdotal y la vida monástica son realidades que se enriquecen mutuamente” y apeló a tres aspectos esenciales en donde esas dos vocaciones se funden: el camino, la alabanza y la ofrenda.
En cuanto al camino, el prelado aseguró que el nuevo sacerdote podrá bien conjugar su vocación monástica como búsqueda de Dios con su ministerio presbiteral “que no es otra cosa, que guiar a tus hermanos a caminar hacia el encuentro con el Señor, sin caer en la tentación del sedentarismo, ni en la seducción de falsos y efímeros oasis”.
Resaltó además que “la alabanza a Dios es el primer trabajo del monje” y también podrá integrar este objetivo en su vida cotidiana conduciendo a todos los hermanos a la alabanza de Dios a través del ejercicio de su ministerio sacerdotal.
Por otra parte destacó que las dos vocaciones, la monástica y la sacerdotal, “no solamente se complementan sino que se unifican en cuanto ofrenda de la propia existencia como salida de sí, superación del egoísmo y disponibilidad para el servicio, la hospitalidad, la escucha y la ayuda”.
Próximo a finalizar su homilía, el Obispo exhortó al recién ordenado sacerdote a continuar los objetivos guías del Papa Francisco para que la Iglesia se convierta en una iglesia en salida y en un hospital de campaña. “Como monje continuarás la venerable tradición monástica de hospedar a los peregrinos de la vida, especialmente a aquellos heridos por el pecado: ¡recíbelos con misericordia entrañable! Como presbítero desplegarás tu ministerio en la caridad pastoral: ella es misericordia en acción”, exclamó.
Por último, Torrado Mosconi manifestó su gratitud a toda la comunidad de la abadía benedictina. “Agradezco la íntima compenetración y pertenencia a la Iglesia particular de Santo Domingo en Nueve de Julio. Me animo a decir, sin exageración alguna, que muy otra hubiese sido nuestra historia diocesana sin la presencia de este monasterio, por todo lo que recibimos de su carisma, hospitalidad, testimonio, servicio, colaboración y, sobre todo, de la oración”, concluyó.
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