Viernes 1 de Marzo de 2019
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Para nosotros lo que Macri llama “avivadas” son servicios solidarios que mejoran la calidad de vida de los nuevejulienses
Históricamente, las cooperativas surgieron como organizaciones libres creadas para organizar y prestar con esfuerzo propio y ayuda mutua, los servicios a precios justos que determinen democráticamente sus socios con igual grado de representación.
En la ciudad de 9 de Julio la cooperativa eléctrica se creó para detener pretensiones de monopolios que buscaban obtener el lucrativo servicio, y en las demás localidades del distrito para suplir la ausencia del Estado.
Sin dudas, una de las ventajas estratégicas más relevante de nuestra comunidad, respecto a otras bonaerenses similares, es la multiplicidad de exitosas entidades solidarias prestadoras de servicios, distribuidas en todo el Partido.
Nuestro Pueblo no hubiera progresado sin la labor de dichas organizaciones, de sus empleados, directivos y consejos de administración.
El macrismo acusa con brutal malicia a municipios y a cooperativas distribuidoras de servicios eléctricos, de “abusos injustificados” por la “avivada” de incorporar conceptos ajenos en los recibos donde se facturan prestaciones que esas entidades brindan a sus asociados. En nuestro distrito esos ítems incluyen los obligatorios como agente de retención: ley 11969, tarifa por alumbrado público, tasa para financiar obras y su recupero, y los voluntarios: contraprestaciones por servicios asistenciales de sepelio, nicho y ambulancia, y el destinado a bomberos. Macri ignora intencionadamente que esa estrategia solidaria mejora desde hace años la vida comunitaria cotidiana, porque hubo acuerdos aprobados por los HCD y por asambleas cooperativas con participación de los vecinos usuarios.
¿Por qué Macri descalifica a las democracias populares y a las organizaciones vecinales? El objetivo es que los vecinos se enojen con los municipios y las entidades solidarias, y no critiquen la estafa multimillonaria con la favoreció y favorece a amigos y socios, dueños de empresas que producen, transportan y distribuyen energía eléctrica, gas y combustibles líquidos.
En el sistema energético, campo neurálgico cuyo costo condiciona a todos los sectores de la economía y a todo estrato de la sociedad, el Presidente Macri cumple compromisos con un pequeño grupo de multinacionales locales y extranjeras que le financiaron su campaña, al dolarizar y elevar el precio de la energía eléctrica, gas y combustibles líquidos, lo que determinó subas de hasta el 3000 %. Desde el control directo del Estado, continúan maximizando ganancias con precios monopólicos, transfiriendo el aumento de sus precios a las cadenas de valor y por esta vía a la sociedad en su conjunto. En pocas palabras, la energía como mercancía, negocio para unos pocos.
Bajo un gobierno democrático y popular, los objetivos se ubican en las antípodas: la energía como herramienta vital para el desarrollo económico nacional y regional, la autosuficiencia, la industrialización, la infraestructura, la lucha contra la pobreza y la igualdad social. Para ello, es indispensable que la energía sea barata y subsidiada.
Las facturas de los servicios de energía eléctrica y de gas son impagables por los tarifazos de Macri, no porque el pueblo haya acordado pagar conceptos que contribuyen a disminuir las desigualdades sociales, a mejorar la vida comunitaria y a favorecer el desarrollo local con inclusión.
Bloque de concejales FPV-PJ
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