Miércoles 13 de Agosto de 2014
Publicación pedida por Corriente Radical 9 de Julio.
Días atrás, no sin sorpresa, la comunidad de 9 de Julio fue notificada de la conformación de una nueva Organización No Gubernamental (ONG), autodenominada “Ciudadanos contra la Inseguridad” y conformada por representantes del Rotary Club, el Club de Leones, Sociedad Rural y la Cámara de Comercio e Industria, junto a vecinos de la comunidad.
El objetivo, más que noble, es trabajar en pos de solucionar algunas problemáticas de seguridad que se presentan en el distrito de 9 de Julio, pero que a su vez se replican naturalmente a nivel nacional y provincial, fundamentalmente; con lo cual las acciones, obviamente, se hacen mucho más dificultosas y quizás, hasta improbables.
El compromiso asumido por los vecinos –siempre- es digno de destacar e imitar, como en este caso, donde varios sectores se suman en pos de un objetivo y un trabajo en beneficio de la comunidad; aunque también siempre resulta un ejercicio beneficioso observar cuáles pueden ser las motivaciones que surgen detrás de ese primer accionar altruista.
En este caso en particular cierto aire rancio de la ultraderecha vernácula parece permitir develar cuestiones tales como un interés encubierto por posicionarse socialmente –para luego hacerlo políticamente-, de algunos de los representantes de instituciones, que por sus características particulares bien podrían encolumnarse dentro de las filas de Pro, aunque parece que allí los espacios estarían cerrados y van por una suerte de “Pro II”.
A los ejemplos vale remitirse, observándose la participación en este grupo de un ex candidato a Intendente por el macrismo, aunque también ex concejal de la Unión Cívica Radical, instancia que muestra una amplia visión de la política y, entre otros, un dirigente de peso del sector empresarial que se barajaba como uno de los nombres potables para nada menos que encabezar la nómina de concejales del oficialismo en las elecciones del calendario entrante.
A estas cuestiones que denotarían el interés político de varios partícipes de la ONG, se agrega el dato nada menor que en las redes sociales muchos vecinos apoyaron una hipotética “conjunción de esfuerzos” de esta entidad con otras ya existentes para la conformación de una “Unión Vecinal” para los referidos comicios de 2015.
Como en el caso del Vicepresidente Boudou, parecen existir demasiadas casualidades al respecto, aunque, también como en el caso de Amado, todas parecen confluir en el mismo punto: lo oculto, a veces, sale a la luz y queda en evidencia. Como ahora.
Otro tema: Días pasados se conoció una nota de opinión que recordaba a “una de las principales figuras políticas del continente americano a fines del siglo XIX y principios del XX” (sic). La nota en cuestión se refería al ex presidente del fraude Roque Sáenz Peña y le adjudicaba la “paternidad” de la Ley del voto universal, secreto y obligatorio.
El joven “historiador” se va en desmedidos elogios a una de las figuras emblemáticas del “Régimen” conservador y fraudulento que gobernó a la Argentina hasta la presidencia de Hipólito Yrigoyen. Presidencia arrancada a la oligarquía –que tan bien representaba la familia Sáenz Peña– por las luchas populares que encabezaron Leandro Alem e Hipólito Yrigoyen, entre otros demócratas cabales. Vale recordar las revoluciones de 1890, 1903 y 1905 como intentos populares para instaurar la democracia republicana en la Argentina, basadas en la intransigencia frente al Régimen.
Al respecto, valen rememorar además las innumerables ocasiones en las que el propio Sáenz Peña intentó que Yrigoyen aceptara determinadas condiciones para la convocatoria electoral. Siempre fueron rechazadas por uno de los tres o cuatro mejores presidentes de nuestra historia, que el “historiador” parece olvidar.
La derecha, al parecer, sigue intentando adjudicarse paternidades que no le corresponden.
Corriente Radical 9 de Julio
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