Martes 29 de Noviembre de 2016
Cuando nada es cierto y todo parece quebrarse,
hundirse en el lodo más tremendo....
Cuando el amor se confunde con la entrega,
con la promesa vana de un mundo mejor
en las manos del ruin, buitre y ladrón…
Ahí, en ese mismo barro, en esa misma agonía
de los pueblos despreciados del mundo,
del mercado dueño de la sangre compañera.
Ahí, ardorosamente, se siente como un tajo
en la cruz del desgano, en las barbas en remojo,
en las manos cansadas de sostener el control remoto,
de cambiar de programa por saberse aturdidos por
los mercenarios de los poderes mundiales.
Ahí, tan cierto como triste, un 26 de noviembre,
nace la noticia de la muerte del Comandante Fidel Castro,
allá, en la Habana de la Cuba revolucionaria.
Ha muerto Fidel.
Su corazón viejo, cansado
Dejó de dar …
De acompañar…
De alimentar …
De victorear…
a todas las viseras del viejo libertario.
Hoy toda la Victoria estará Siempre con él y en su pueblo,
en los pueblos pobres y sufridos del mundo.
En las revoluciones dormidas, incipientes,
emancipatorias, apagadas, sin encender.
Revolución que Hoy, vuelve a nacer, vuelve a la luz,
a la misma luz que es el nombre de Fidel,
la vida de Fidel, la historia de Fidel,
La Revolución de Fidel.
Revolución que es la posta y despierta
en cada corazón sensible, libre, inmenso.
Revolución de los poetas y las poesías menores…
Revolución que enciende todas las hornallas
del presente sucio, vendido, entregado
a los siempre mercaderes del poder
en los tiempos de tristeza y desolación.
Revolución con el amor a La Tierra
y sus cuidados sagrados.
La Revolución de Fidel,hoy, vuelve a nacer…
Nos interpela, nos indaga, nos reclama.
Nos quita de la espera a las promesas que nunca llegan…
La Revolución de Fidel, hoy, nos demanda: PAZ.
Miguel Longarini
Poeta pueblo – Argentina