Miércoles 30 de Diciembre de 2015
Quiero felicitar por este medio a las nuevas autoridades municipales porque hemos podido pasar, después de muchos años, una Navidad libre mayoritariamente de pirotecnia y de ruidos molestos de motos. Ha quedado demostrado que cuando hay voluntad y se es sensible al bien común, pueden corregirse rápidamente los problemas.
Felicitaciones y augurios para que se continúe así en todos los órdenes.
Ahora faltaría que se proteja el arbolado urbano de la falta de conciencia de muchos comerciantes que cortan ilegalmente las plantas para que se vean sus vidrieras o para colocar letreros publicitarios; cartelones que en ciudades más conscientes están prohibidos por contaminación visual. Existen ordenanzas pero no se hacían cumplir y no se castigaba a los infractores, por lo que muchos frentistas empezaron a considerar al árbol de su vereda como si fuera de su propiedad, cuando en realidad es propiedad de todos, reglamentada por el municipio. Y así tenemos cada día una ciudad más fea, reemplazando el verde que aporta sombra, belleza visual y oxígeno, por esos adefesios de latón y acrílico que disgustan y perjudican.
En cuanto a la belleza de las plantas, vemos que no se trata de un mero gusto estético, sino que su contemplación provoca un bienestar que refuerza el sistema inmunológico aportando fuerza para resistir las plagas y enfermedades. En estos tiempos en que la salud pública es un tema importante, tomemos conciencia de que la unidad y no agresión con la naturaleza es fundamental. Y a las autoridades políticas les corresponde un decisivo papel al respecto, en la acción, en la prevención y en la educación.
Un Perro Callejero
DNI 5.061.952