Sábado 8 de Junio de 2013
Por Javier Salas
A poco más de una semana de la pérdida de mi Padre Oscar Antonio Salas, quiero recordarlo y compartir con todos aquellos que lo recuerdan con una sonrisa cuánto lo amamos mi madre, mi hermano (quien está cursando un fuerte enfermedad) y yo.
Querido viejo, trataré de cumplir con los encargos que me hiciste en nuestros últimos encuentros, más allá de que durante los últimos quince días, quienes estaban a tu cuidado me negaban la comunicación, así y todo estuvimos unidos hasta el último momento y así continuaremos. Tal como me anticipaste de que cuando ya no estuvieses, me daría cuenta de quién era que cada uno y que intereses tenían, todo sucedió rápidamente.
Mamá (Liliana Judit Mignes), madre de tus únicos dos hijos, tu esposa durante 20 años y fiel confidente y compañera hasta los últimos días, no pudo despedirse dignamente de ti, como te lo había prometido porque gente sin criterio, ni valores no se lo permitió, echándola bruscamente de tu morada final, al menos pudo verte y darte un beso en la frente entre empujones.
Más allá de estos detalles, crueles pero reales. Quiero agradecer todos los amigos, familiares y convecinos que de alguna manera u otra estuvieron presentes. Marcaste una huella que será muy difícil de olvidar.
Sólo vos sabías cuánto te amo y te voy a extrañar, pusiste toda la garra hasta el último momento. Es por eso que te despedí orgulloso de tus logros y de los últimos años compartidos. Gracias por tus consejos y por compartir tus errores para enseñarme lo más importante: que somos humanos. Gracias por tu temple y perseverancia, que ambos sabemos son la mejor herencia.
Quedarán en mí los mejores recuerdos, el asado y guitarreada con el que mamá te festejó para tu último cumpleaños, las pastas que comimos los domingos junto Ceci, Joaco (tu nieto que tanto te ama) y mamá y muchos otros más.
Sabemos que por Juan (hijo menor) hiciste lo imposible y que saldrá adelante. Más allá de su enfermedad él también te amaba y trató de ponerse en contacto ni bien llegó a la ciudad pero los mismos seres insensibles que maltrataton a mamá, le transmitieron que habías fallecido por su culpa; cuando se recupere me encargaré de explicarle la realidad.
Te doy mi palabra que seguiré que cada uno de tus consejos, si bien hoy la angustia y el enojo por diferentes situaciones son sentimientos muy presentes en mí, estoy tranquilo de que ya no sufras, porque no te lo merecías, sino todo lo contrario.
Te recordaré como ese hombre fuerte e inteligente que vivió a su manera y como dije en otras oportunidades, que tenía luz propia, luz que para mí siempre estará encendida.
Te amamos y siempre estarás en nuestros corazones. Liliana, Juan Manuel, Javier, Cecilia (nuera) y Joaco (nieto).
Las fotos que adjunto son hermosos y anecdóticos recuerdos (la abuela cenando en casa de mamá, vos lo lograbas todo viejito).
Un fuerte agradecimiento al Sr. Claudio Martín y a la Flia. Gómez y Flia. Di Yacobo.
Te amo!!!!
Firma: Javier Salas
DNI: 29597814