Miércoles 28 de Enero de 2015
Publicación pedida por Jorge Silvestre.
Ha logrado, al fin, que el Estado de Derecho se derrumbara en la Argentina, fundamental para la vigencia de la Democracia y la República y sus instituciones.
Una Presidenta que hace de fiscal, de Juez, de detective, de legisladora, de narradora, de historiadora y de discriminadora, insinuando de una manera a la que sólo puede calificarse con una palabra: bajeza.
Lamentable y triste ver a la Presidenta de la argentinos “utilizando” imágenes y palabras para intentar justificar lo injustificable.
La ciudadana Cristina Fernandez puede decir lo que quiera y puede llevar adelante y defender cualquier hipótesis acerca de las muchas que hoy existen en torno a la muerte del fiscal Alberto Nisman. Pero esta muerte no puede hacer que Cristina Fernández de Kirchner, legítima Presidente de los argentinos, por temor a que las denuncias sobre su persona sigan adelante se permita afirmar lo que nos ha dicho a través de la cadena nacional. En realidad, lo que esconde esta actitud, es la del temor a que se investigue al poder.
Un retroceso gravisimo de nuestra democracia.
Es muy preocupante para el futuro de la República la insensibilidad con la que se intenta descalificar a quienes se atreven a criticar sus acciones y actitudes.
Las palabras de la Presidenta han tenido un claro objetivo: ella no es responsable de nada de lo que ha pasado en la Argentina en los últimos días, sólo se trata de que existe un grupo monopólico que se ensañado con su persona y su Gobierno, apoyado por los medios, los periodistas, los jueces, los fiscales y, al parecer, todo aquel que intente pararse en la vereda de enfrente a sus ideas y políticas.
Según nuestra Presidente todos estos sectores están llevando adelante una brutal conspiración en su contra.
No señala cuáles serían los objetivos de este enorme conglomerado opositor. Aún cuando uno puede inferir, que en ciertas mentes alocadas funcione el temor a un Golpe de Estado que nadie ve por ningún lado. Y la realidad es muy otra.
Aquí los únicos conspiradores trabajan para ella. Nos enfrentamos a una agresión casi sin precedentes, en democracia, a las instituciones de la República. No se respeta nada, se persigue a quienes piensan diferente, se aprieta a jueces y fiscales; se pretende copar al Poder Judicial en busca de garantizar impunidad futura.
En definitiva, los argentinos estamos asistiendo a los tiempos finales de un Gobierno que se encuentra rodeado de casos de corrupción, que busca desesperadamente la impunidad futura. Para eso intenta domesticar a la Justicia.
La muerte del fiscal Alberto Nisman debe ser analizada con toda la gravedad que implica, porque importa una afrenta directa a nuestro sistema político.
Pero además de ello, no debemos apartar tan lamentable suceso con las denuncias que realizó el fiscal contra la Presidente, el canciller y otros miembros de su entorno.
Tal como lo planteó el Comité de la Provincia de Buenos Aires de la Unión Cívica Radical, este hecho debe ser esclarecido con la mayor premura, porque sobrevuelan circunstancias que no pueden quedar sin aclarar y la justicia debe tener toda la tranquilidad y seguridades para investigar el hecho.
Debemos hacer un fuerte llamamiento a la defensa de la independencia del Poder Judicial porque en ese Poder no se está trabajando con la tranquilidad que corresponde, porque está recibiendo embates del Poder Ejecutivo que diariamente afectan la debida independencia. Es imprescindible que el Fiscal que sea designado para continuar investigando cuente con todas las exigencias de la Constitución Nacional y se eviten nombramientos a dedo. Por último se debe exigir la preservación de las pruebas existentes en la causa, todos los jueces y la Procuración General de la Nación deben asegurar de inmediato que cada una de las pruebas que recolectó la Fiscalía Especial dirigida por el Dr. Nisman sean aseguradas para el debido análisis en las instancias correspondientes.
El objetivo es, nada más ni nada menos, que la defensa de la Democracia.
Jorge Silvestre
Presidente Bloque de Diputados
provinciales de la UCR.