Viernes 19 de Abril de 2013
Publicación pedida por Rocío Maribel Perelli.
A través de la presente nota, quiero llegar a la opinión pública, a fin de hacer saber una situación verdaderamente grave que ha padecido mi familia y que pudo haber tenido consecuencias trágicas. Por denuncia de un supuesto abuso sexual de mi sobrina, contra mi cuñado, Pablo Jesús Tabáres, se inicia una causa penal. El hecho aparentemente se habría registrado hace más de un año. Con motivo de ello, la madre de las menores debió presentarse en la fiscalía de Mercedes para que sus hijas (la supuesta víctima y su hermana) prestaran declaración.
Es importante señalar que Pablo es un débil mental, con problemas psicológicos que han determinado su tratamiento por parte del Dr. Fiks, quien lo atiende una vez por semana, suministrándole medicación para evitar trastornos del sueño, alucinaciones, delirios que generan un retraso mental y psicosis NE que comporta como una demencia en sentido jurídico, y lo que es más relevante aún, es que padece desde hace mucho tiempo una disfunción sexual erectiva. El mismo vive en una prefabricada pegada a la nuestra. En razón de no saber leer ni escribir, vive solo, debo ser yo quien lo asiste y le suministra los medicamentos que debe tomar.
Quiero destacar que Pablo no es violento con los demás aunque naturalmente y desde chico presenta problemas de nerviosismo que determinaron que concurra a una escuela especial. A raíz de esta situación su mamá se enfermó gravemente y luego falleció, en tanto que su padre se había dejado abandonar, con lo que lamentablemente Pablo no tenía quien le suministrara la medicación, permaneciendo por mucho tiempo dentro de su precaria casa sin salir a ninguna parte. Al fallecer el padre, quedó solo junto a un hermano más chico, mi esposo y yo. A partir de ello, los problemas psicológicos se profundizaron, ocasionándole trastornos en la noche, viendo y oyendo cosas, pero como decía anteriormente, no es violento para los demás. Ante la situación descripta anteriormente, mi cuñada lo denuncia en la Fiscalía de Mercedes, en tanto que yo decido presentarme por cuenta propia pretendiendo declarar al respecto por ser quien más lo conoce y que él por su condición mental no puede explicar. En mi visita a la UFI 6 de Mercedes, conjuntamente con mi cuñada e hijas citadas para declarar ese día entregué en mesa de entradas el diagnóstico elaborado por el Dr. Fiks para que se lo hagan llegar al Fiscal y vea el cuadro que padece Pablo, quedándome a la espera del llamado del Sr. Fiscal.
Después de entrar mi cuñada con sus hijas conjuntamente, se le indica a la madre que se retire para que declare la hija por separado, en tanto que después la madre le pregunta al Fiscal cuáles serán los pasos de la causa, respondiendo el Dr. Guillermo Mazzaroni que para él “es un caso cerrado y que prácticamente ya está resuelto”, no entendiendo por qué mi cuñado Pablo no está detenido, porque es sin dudas culpable. Ante ello, mi cuñada -o sea la hermana de Pablo- consulta al magistrado por las eventuales penas que podrían caberle, respondiendo abiertamente el Fiscal que la condena sería de entre 10 a 14 años, ante lo cual le pregunta si tiene que volver a declarar ella, su hija o su pareja, -el padrastro de la hija -quien había sido la única persona a la que le confesó el hecho, manifestándole que había sido violada en agosto del año pasado, pese a que había concurrido a un psicólogo ante comportamientos extraños que manifestaba.
Asimismo, el Fiscal frente a mi ofrecimiento de testimoniar le dijo a mi cuñada que ya no necesitaba más testimonios, siendo que lo único que importaba para él era la declaración válida de la víctima, con lo que agrega que en los días siguientes convocaría a Pablo y que éste no saldría de la Fiscalía porque iba a ordenar su detención, por lo que para él, el caso estaba resuelto. También le comentó el magistrado a mi cuñada que no me iba a tomar declaración a mí, ya que no había sido citada; y que la única forma en que podía tomarme declaración era con posterioridad a una notificación; remarcando que el abogado que nos representa se había querido adelantar a los hechos y me había enviado por esa razón a declarar, cuando ésto no es así de ninguna manera, sino que por el contrario, fui yo quien se ofreció a declarar en el ánimo de decir la verdad con relación a la insanía de Pablo y que el mismo como lo dijera el certificado médico del Dr. Fiks hace más de un año, no puede tener ningún tipo de relaciones sexuales. Seguidamente, el Fiscal sugirió que le dijéranos al abogado que nos representa -gratuitamente por cierto- que se dedicara a su trabajo, que el restante le correspondía a él y su gente; y que ya estaba acostumbrado a sus manipulaciones, aunque empleó otras palabras más agresivas.
Luego de ello, al salir el Fiscal le pregunté personalmente si me iba a tomar declaración y me manifestó lo mismo que a mi cuñada, que no lo haría porque no estaba citada.
Cuando regresamos a 9 de Julio y le comento esta situación a mi marido Mauricio, decidimos manifestarle lo que había dicho el Fiscal a Pablo, con lo que naturalmente se puso mal y antes de retirarse dijo: “Si tengo que ir preso me mato, porque yo no hice nada” y se retiró solo hasta el Puente Negro, regresando al anochecer. Dado la hora y para que no tome los calmantes con el estómago vacío, salgo al patio para llevarle la comida, y es ahí imprevistamente cuando veo que en el patio, sobre una planta había un cable del cual se había arrojado para ahorcarse, por lo que dado mis gritos corre un vecino al lugar y mientras mi marido y aquel lo soliviaban, conseguimos desprenderle la cuerda que se había anudado con tres vueltas a su cuello, evitando así por pura casualidad que Pablo se quitara la vida, arrastrado a esta situación por la debilidad mental y la tremenda amenaza del Fiscal de mandarlo de 10 a 14 años a la cárcel, y que luego de citarlo a la Fiscalía automáticamente quedaba preso y no salía de ahí. A fin de no dejarlo solo lo llevamos a dormir a nuestra casa, por temor a que repitiera su intento, medicándolo más de lo acostumbrado.
Asimismo no lográbamos que se durmiera y se relajara, a pesar de que duplicamos la dosis de sedantes. Al día siguiente y muy temprano lo vimos rondando el árbol del cual había querido colgarse, por lo que calculamos que estaba pensando repetir el intento de quitarse la vida. Fue por ello, que mientras mi marido lo cuidaba, yo tuve que ocuparme de gestionar la internación para que lo mediquen, lo controlen y evitar así la idea fija de suicidarse.
Por tal razón acudimos rápidamente al Juzgado de Paz, donde consultada la Jueza a cargo a través de la gestión de la asistente social Andrea Mattar y el auxiliar letrado Matías Losino enviaron en forma urgente nota a la Comisaría y al Hospital para que lo internaran, cosa que así hicimos pero en auto particular y apoyado por un móvil policial para agravar el cuadro de Pablo, al ser llevado en un patrullero.
Es hoy que gracias a la inmediata intervención del Juzgado de Paz Letrado, Autoridad policial y servicio hospitalario se logró poner a resguardo a mi cuñado de cualquier intento similar, siendo medicado y tratado acorde con su estado de demencia.
Todo esto se contradice con la falta de trato adecuado que debió emplear el Sr. Fiscal de la causa, sabiendo que una amenaza a ser detenido por tantos años podía desencadenar en cualquier tragedia y que no ocurrió por casualidad y obra de Dios. Mi único interés es hacer público este trato inhumano por parte del Sr. Fiscal y evitar que se repitan situaciones como éstas, hacia alguien sobre el cual existen meras sospechas, quien no había sido indagado y menos aún condenado; y que goza por ende del beneficio de inocencia, y más aún, en su oportunidad, resultará indefectiblemente inimputable.
Rocío Maribel Perelli. DNI 33.746.694