Sábado 28 de Noviembre de 2015
El dolor a veces es llanto, desconsuelo e impotencia.
A veces es bronca, confusión y rebeldía. Y otras veces es paz, resignación, serenidad. Hay ocasiones en que una mezcla de todo esto y uno no puede definir qué pasa por nuestros corazones.
César era un hombre alegre, amiguero, positivo, quizá para vengarse de los momentos duros que le tocó vivir y siempre agradecía porque decía que agradecer era honrar la vida.
Entonces hoy, nosotros queremos en su nombre y en el nuestro expresar nuestra gratitud a quienes nos acompañaron en su enfermedad y en su partida.
A todos los vecinos y amigos que estuvieron a nuestro lado, a la Dra. Lorena Aranda, a las enfermeras Stella Maris Calloni, Isabel Canevari, y Stella Corvalán que lo asistieron con inmenso cariño, a PAMI 9 de Julio y a toda la gente de ClySA que con tanta dedicación nos trasladó muchas veces.
A todo el personal médico y enfermeras de Clínica Independencia, tan profesionales hasta último momento y en especial a Mabel Gutiérrez que me facilitó infinitos trámites y siempre estuvo atenta a nuestras necesidades, al Dr. Guillermo Moro, a la Dra. María José Gentile, a Farmacia Potente y por último y especialmente a la Dra. Analía Paoltroni y al Dr. César Pescialo a quienes quiso con el alma y fueron no solo sus médicos, sino sus amigos, sus compañeros de charlas y hasta un poco sus hijos elegidos.
Seguramente nos olvidaremos de muchos porque este camino fue largo y siempre tuvimos una mano amiga, a ellos también todo nuestro agradecimiento.
Nosotros quedamos con la tristeza, pero también con su sabiduría, su templanza y el buen humor que nos trae paz, y a ustedes le dejamos su palabra “ Un placer que me hayan conocido”.
Los abrazamos a todos y que Dios y la vida los bendiga.
Familia de César Jaen La Torre.