Viernes 21 de Agosto de 2015
Como fuera adelantado por nuestro medio, ante una masiva presencia de productores, en el Salón “11 de Marzo” de la Sociedad Rural de 9 de Julio, se desarrolló en la noche del miércoles la charla sobre perspectivas climáticas a cargo de la Lic. Stella Carballo, especialista de INTA Castelar.
La Lic. Carballo dio un panorama desalentador para esta zona.
Los productores siguieron atentamente la disertación en la jornada sobre el clima.
Los productores siguieron atentamente la disertación en la jornada sobre el clima.
Los productores siguieron atentamente la disertación en la jornada sobre el clima.
Con anterioridad a la charla y en diálogo con los medios de prensa, el presidente de la Sociedad Rural de 9 de Julio, Nicolás Capriroli, manifestó su preocupación ante la situación hídrica que atraviesa nuestra zona en general, y en particular nuestro distrito.
“El panorama es muy complicado, y más aún complicadas son la decisiones que tiene que tomar el productor, con márgenes económicos ajustados y en la mayoría de los cultivos con pérdidas”, evaluó.
“La ciudad de Bragado corre riesgos de inundación y el vecino partido está muy cargado de agua; debiendo advertirse que el desagote de las aguas se da hacia 9 de Julio”, agregó.
En el mismo sentido expresó que analizada esta situación con autoridades municipales locales y de Hidráulica, “no se ven soluciones ni posibilidad de que se ejecuten obras de magnitud, ya que en la visión global están mucho más perjudicados los bragadenses que en 9 de Julio”.
PERSPECTIVAS CLIMATICAS
Al adelantar detalles de su exposición y del clima que se avecina para nuestra región, Carballo sintetizó que estamos ante un fenómeno “Niño” muy intenso, el que habrá de generar precipitaciones constantes, con la gravedad que ello representa para la actualidad del sector agropecuario de nuestra región.
“El fenómeno del Niño, si bien no tiene siempre la misma intensidad, este año adquiriría una presencia de fuerte a muy fuerte”, vaticinó, estimando que esto no solamente afectará a amplias zonas de nuestro país, sino también de Uruguay, Brasil, Perú, Ecuador, Chile y Paraguay.
“Los meses primaverales serían los de mayor intensidad, pero no obstante las disminuciones circunstanciales de las precipitaciones determinan que los fenómenos sean menores”, agregó.
En este plano, recomendó observar y determinar cuáles son los lugares riesgosos, evaluando bajos y altura de napas.
Recordó en ese caso que en nuestro territorio “hemos vivido meses con lluvias intensas en este ascenso de temperaturas que ha tenido el Pacífico y el buen comportamiento del Atlántico, con un otoño llovedor que de hecho en algunos lugares del país está impidiendo todavía levantar la cosecha e iniciar la siembra.
Acá hemos tenido un evento muy interesante de lluvia, diría bastante fuera de lo común para la época hace pocos días, que nos ha dejado un volumen importante de agua. Y en cuanto a la humedad que hay en los suelos diría, que es óptima en casi todas las regiones, y en casos estamos pasados de agua”.
En cuanto a la región de incidencia del Niño, explicó Carballo que si la Argentina “se dividiera de norte a sur por el medio, es sobre la mitad este, es decir la zona chaqueña, mesopotámica, central y la costera bonaerense sería el área donde la influencia es mayor, aunque hay años que se hace sentir un poco más al oeste”.
Advirtió que la frecuencia de lluvia “siempre viene acompañada de nubosidad y condiciones de humedad elevada, entonces a veces favorece el desarrollo de enfermedades que por eso en los años Niño se debe estar muy atento en los cultivos de verano a las enfermedades de fin de ciclo y en los de invierno con el fusarium o roya, que son típicas de los años de mucha humedad”.
Asimismo remarcó que en ese contexto “una de las cosas fundamentales es que cuando entramos en primavera ese riesgo de la famosa última helada de noviembre se disminuye muchísimo, porque en general octubre y noviembre son llovedores, con lo cual hay mucha humedad, con dominio de viento norte, por lo tanto los frentes polares disminuyen en su intensidad y capacidad de ingreso”.
Y por otra parte alertó sobre el granizo, que en los años Niño “precisamente por esa frecuencia de los eventos convectivos en general son más riesgosos”.