Sábado 15 de Abril de 2017
VIERNES SANTO
Una multitud de fieles acompañó las diferentes celebraciones
Una multitud de fieles acompañó las diferentes celebraciones que se desarrollaron el Viernes Santo en Nueve de Julio, la ciudad cabecera de la diócesis de Santo Domingo.
La jornada, en la que se conmemora el día que crucificaron a Jesús en el Calvario, comenzó por la mañana con la recorrida en bicicleta por siete parroquias, tradición que adoptó Nueve de Julio ya por tercer año consecutivo. Allí más de un centenar de niños y padres, acompañados por el cura párroco Guillermo Gómez y por el mismo obispo, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, imitaron esta tradición que comenzó hace siglos en Roma y que se ha extendido por todo el mundo.
Estas visitas, y la oración en cada una de las iglesias, simbolizan el acompañamiento de los fieles a Jesús en cada uno de sus recorridos de la noche que fue apresado. De este modo los católicos recordaron, también en la ciudad cabecera de la diócesis, el comienzo de la Pasión de nuestro Señor.
La jornada siguió por la tarde con la celebración principal del día en la Iglesia Catedral y que conmemora la muerte de Jesús. Con el templo a media luz y con el altar despojado de todo tipo de ornamentos, el comienzo de la celebración se realizó en absoluto silencio en donde el obispo se postró frente al altar con el rostro en tierra, recordando la agonía de El Salvador.
Posteriormente tuvo lugar la adoración del Árbol de la Cruz, en la cual se descubrió en tres etapas el crucifijo que, sacerdotes y fieles, uno a uno fueron besando. También se veneró la imagen de María y se recordó el sufrimiento que padeció como madre del hijo de Dios.
Durante la celebración el obispo que junto al diácono Ariel Palanga vistieron con ornamentos rojos, en recuerdo de la sangre derramada por Jesucristo, realizó una comparación de la agonía de Jesús con la de cada una de los cristianos. “A veces el Vía Crucis, me refiero a la pasión de nuestras vidas, se hace muy larga porque es difícil llevar a cuestas nuestras cruces, sintiéndonos muchas veces solos… Pero debemos tener la esperanza que son el camino hacia nuestra salvación”, remarcó durante su homilía.
El Viernes Santo continuó con la participación multitudinaria de fieles en la peregrinación del Vía Crucis. En el paseo que lleva ese mismo nombre, más de 3000 fieles recorrieron las diferentes estaciones o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue detenido hasta su crucifixión y sepultura.
El Padre Guillermo Gómez, cura párroco de la Iglesia Catedral de Nueve de Julio, finalizó la celebración recordando los orígenes la significancia del Vía Crucis para los católicos. Por último y monseñor Ariel Torrado Mosconi realizó la bendición final con la que dio por concluido uno de los días más conmemorativos y profundos del cristianismo.
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