Jueves 9 de Febrero de 2017
A SU REGRESO DE PORTUGAL
El Obispo convocó a los cristianos a comprometerse por el bien común
Hizo un llamado a “todos los fieles laicos a comprometerse con la vida social y política”. Manifestó además la necesidad de capacitarse en la doctrina Social de la Iglesia en pos de fortalecer la democracia.
Tras su vuelta de Portugal
Monseñor Ariel Torrado Mosconi en una de sus homilías.
El obispo ha hecho un fuerte llamamiento a cuidar los valores de la democracia luego de haber participado del foro internacional que se desarrolló en Sintra (Portugal) entre el 24 y el 28 de enero y en donde la preocupación central giró en torno a las crisis que padecen muchas naciones del mundo.
El encuentro fue organizado por el Instituto Acton, un organismo que tiene como misión promover una sociedad libre y virtuosa, caracterizada por la vigencia de los derechos personales y la economía de mercado, en armonía con la Fe Católica.
Bajo el lema “Iglesia, Democracia y Economía” durante cuatro días, 120 obispos de todos los continentes expusieron sobre su tarea evangelizadora pero sobre todo intercambiaron opiniones sobre “la situación de la realidad social y política” de cada una de las regiones que representan. El objetivo último del foro fue “ver de qué manera, desde cada uno de nuestros lugares, podíamos contribuir para fortalecer la democracia a la luz del magisterio de la Iglesia”, resumió el obispo Torrado Mosconi.
LA CRISIS DE LA DEMOCRACIA PREOCUPA A LOS OBISPOS
Durante el foro se debatió y se expuso la difícil situación que están atravesando las democracias del mundo. “Se están dando una serie de cambios muy vertiginosos y muy profundos en donde corren serios peligros. Sobre todo, las democracias como las concibe la Doctrina Social de la Iglesia, es decir no sólo como un gobierno del pueblo porque fue votado por las mayorías, sino como un orden republicano, que incluye la calidad institucional y la independencia de los poderes. En este sentido las democracias están atravesando situaciones muy difíciles, aunque con matices muy diversos en América Latina respecto a la democracia americana o a la europea, a la africana y a las de medio oriente”.
En efecto, son muchas las amenazas que existen en el mundo actual a los logros que se han obtenido a través de los sistemas democráticos. “El valor de la libertad, el respeto de los que piensan diferente, el diálogo cordial, la libertad de expresión, la libertad religiosa, el cuidado de los más pequeños y vulnerables de la sociedad. Sin embargo, cierta tergiversación de estos mismos valores, la corrupción de los dirigentes y los intereses mezquinos de las corporaciones provocaron que las desigualdades aumenten, y llevaron a los pueblos al hartazgo. Por todo esto, la Iglesia, como “luz de las gentes” y “experta en humanidad” no puede mantenerse neutral ante estos peligros”, remarcó.
HACIA EL COMPROMISO CRISTIANO
Justamente por ello, desde el foro, los obispos adquirieron “el compromiso de transmitir los valores humanos, instruir en las virtudes políticas, propiciar el diálogo y procurar construir un mundo más justo y equitativo”.
“Esta tarea la deben llevar adelante especialmente los fieles laicos a través de su compromiso social y político. Lo que resulta inaceptable como cristiano es “el no te metas”, la indiferencia o el pesimismo desencantado que sólo lleva a una actitud quejumbrosa de estériles lamentaciones”, enfatizó el obispo.
Por eso, hizo “un llamado a todos a comprometerse en el trabajo por el bien común y a sentarse a la mesa del diálogo que nos pueda permitir, desde la realidad concreta de las jurisdicciones que comprenden nuestra diócesis, a construir una patria de hermanos”.
En este sentido manifestó la necesidad de acrecentar en las distintas parroquias, colegios y demás instituciones católicas la formación sobre la Doctrina Social de la Iglesia, para la capacitación cristiana de dirigentes, así como también fomentar espacios de diálogo y reflexión. “El objetivo es formar a las nuevas generaciones en los valores éticos y virtuosos que formen a ciudadanos que busquen realmente el bien común y en defensa de la democracia.
Es urgente que la Iglesia esté a la altura de los desafíos que se presentan en el mundo de hoy”, finalizó.
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