Jueves 23 de Junio de 2016
La Escuela Nº1 “Bernardino Rivadavia” llevó adelante ayer los actos conmemorativos de los 150 años de su fundación, en el marco de una muy emotiva y festiva jornada.
La misma dio inicio a las 9 hs. con la recepción de autoridades e invitados, el descubrimiento del mural realizado por el artista y ex alumno Carlos Tabitta, la premiación del logo y lema por los 150 años y la entonación de la canción por el cumpleaños de la Escuela.
Posteriormente, a las 13 Hs. tuvo lugar la suelta de globos a cargo del alumnado y una nueva canción de feliz cumpleaños.
Finalmente, desde las 15 Hs., se compartió una mateada con torta de cumpleaños con la comunidad educativa, miembros de la Comisión de los 150 años, Asociación Cooperadora, autoridades educativas encabezadas por la Inspectora Jefa Distrital, Liliana Vallabriga, alumnos y padres.
CONCEPTOS
Dirigiéndose a los presentes, la directora del establecimiento, Silvana Carballo, expresó que “un cumpleaños en la vida de una persona o de una institución, es dar una mirada hacia el pasado pensando en toda su historia, mirando lo que tenemos en este presente y proyectando hacia un futuro”.
“Un día como hoy, de 1866 se daba inicio a una escuela elemental de varones en un edificio que no era el actual; hasta que un 25 de mayo de 1892 comenzó a funcionar en este edificio, con un ala derecha para varones y el ala izquierda para mujeres; mientras que finalmente en 1905 fue una escuela mixta tal como es hoy”, agregó.
En el mismo sentido, delineó que “mirar el pasado de nuestra Escuela, nos hace comprender el presente y proyectarnos hacia un futuro que se construye con un equipo de trabajo generando todas las estrategias de enseñanzas para despertar en cada uno de nuestros alumnos el enorme deseo de aprender; tarea en la que también debe estar presente la familia y los docentes, que trabajan silenciosamente para fortalecer al alumno”.
Posteriormente, la ex alumna y ex docente, Lidia Elena Larriqueta de Fage, de 92 años de edad, embargada por la emoción expresó que “volver a la escuela donde hice mi sexto grado y luego fui docente es muy fuerte”.
“Los años transcurren y dejan huellas, pero estas huellas son las más hermosas, las del corazón que le dio amor a sus alumnos, que aún me recuerdan y me saludan con un “adiós, seño”, que me llena de orgullo y de satisfacción, como la posibilidad de estar aquí, con ustedes, en estos 150 años de la Escuela”, agregó, instando a los alumnos a respetar a la Escuela y a sus maestros, “que son el pilar de la misma”.