Jueves 23 de Agosto de 2018
CÁTEDRA LIBRE DE SOBERANÍA ALIMENTARIA 9 DE JULIO
Se desarrollará este sábado un nuevo encuentro
Este próximo sábado 25 a las 14 hs, en el Museo, Archivo Histórico y Centro Cultural “Julio de Vedia”, se desarrollará el 5to. encuentro de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria (CALISA) 9 de Julio.
En la oportunidad, se recibirá a a Carlos Carballo, Ing. Agrónomo, uno de los creadores de la CALISA de la Facultad de Agronomía de la UBA.
La actividad es libre y gratuita y muy importante para la zona en que vivimos.
AMIGO, VECINO, CIUDADANO, “CONSUMIDOR”
¿Cómo se están alimentando actualmente Ud. y su familia? ¿Mejor o peor que hace 20-30 años, por ejemplo? ¿Por qué? ¿Quién decide la alimentación? ¿Elige según los precios, por el tiempo o las ganas que tiene para comprar y para cocinar ? ¿Por los gustos de cada uno? ¿Por lo que piden los chicos?
No todo es igual para cada uno de nosotros, pero muchas cosas son comunes. Los cambios en la alimentación tienen que ver con lo que nos fue pasando en otros aspectos de nuestras vidas: cambios en las familias; la mujer se incorpora al trabajo fuera del hogar; tenemos cada vez más cosas y cada vez necesitamos más; estamos atados a la publicidad y a los medios de información; corremos cada vez más para estar en el mismo lugar; pero esto no nos hace más felices.
¿Qué pasa con la alimentación? En un gran exportador de alimentos, a lo largo del último siglo un tercio de la población tuvo problemas alimentarios; últimamente la problemática se agravó. En una sociedad tan desigual como la nuestra pueden reconocerse dos grandes sectores: los que no acceden a la alimentación necesaria por falta de tierra para producirlos o plata para comprarlos, y los que cuentan con recursos necesarios, pero no se alimentan en forma adecuada.
En Argentina: - el 30 % de la población es pobre y casi el 50 % de nuestros chicos son integrantes de familias pobres; el 10 % son “indigentes”, que ni siquiera comen lo necesario; las bebidas azucaradas y las comidas rápidas que antes se consumían sólo en circunstancias especiales, ahora sean base de nuestra alimentación.
También es bajo el consumo de frutas y verduras, mientras se tiran miles de toneladas por mal precio que le pagan a los productores. El 66 % de los productores agrarios trabajan la tierra con su familia y, a pesar de sólo ocupan el 13 % de la tierra, generan casi el 20 % del valor producido y ocupan más del 50 % de la mano de obra permanente en el campo; estamos mal nutridos; tenemos la mayor tasa de obesidad de Latinoamérica (26,7 %) y más del 60 % de la población tiene sobrepeso; además, somos los campeones mundiales de consumo de gaseosas por persona. La carencia de nutrientes esenciales y el exceso de hidratos de carbono, azúcar y grasas son responsables de trastornos metabólicos, que generan una creciente epidemia de “Enfermedades No Transmisibles” a nivel nacional e internacional.
La epidemia se concentra en los sectores con menores ingresos y condiciona la salud actual y futura de un alto porcentaje de la población, especialmente niños y jóvenes.
¿Por qué no nos alimentamos bien? ¿de qué depende? ¿es un problema de información- educación, o también de hábitos, de cultura y de ingresos? Las respuestas seguramente no son iguales para todos los sectores sociales y todas las familias. Mientras se multiplican las dietéticas y la comida “gourmet” en algunos barrios, en otros crecen los comedores y los merenderos populares porque muchos conciudadanos no pueden acceder a los alimentos básicos.
CALISA 9 de Julio.
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