Miércoles 28 de Febrero de 2018
ANTE LA IMPOSIBILIDAD DE REALIZAR ESPACTACULOS, SE DECIDIO SU ALQUILER
El fin de una época: se reforma el salón de fiestas de Centro Empleados de Comercio
“Es doloroso ver esta reforma y ver cómo se derrumban algunos recuerdos, pero no teníamos demasiadas alternativas para seguir adelante en las mismas condiciones, ya que de continuar en la misma senda, hubiésemos seguido el mismo rumbo que se refleja en la película “Luna de Avellaneda”, señaló el presidente, Germán Brenna.
El Club Centro Empleados de Comercio, a través de su Comisión Directiva, ha decidido encarar una nueva etapa institucional, a la que la han empujado en cierta forma distintas necesidades y los nuevos tiempos.
Se observa por estas horas la demolición de parte de su salón bufett y el gimnasio, que fuera ámbito de multitudinarios eventos sociales y culturales en la historia de la comunidad de 9 de Julio, el que fue alquilado a manos privadas para un emprendimiento relacionado con la venta de automóviles.
Germán Brenna, presidente de la institución señaló a nuestro medio que “las distintas normativas que se han ido trazando en los últimos tiempos, y fundamentalmente después de la lamentable tragedia de Cromagnon, de alguna manera nos han empujado a esta situación; dado que Centro Empleados de Comercio fue tradicionalmente una institución que tuvo todo en orden y ahora es prácticamente imposible amoldarse a estas disposiciones”.
“Estas situaciones –continuó explicando el presidente- han afectado a los salones de fiestas, ya que el factor ocupacional (capacidad de público permitida), se ha ido reduciendo notablemente, a tal punto que nuestro salón quedó habilitado solamente para 350 personas, lo que imposibilita su alquiler para eventos masivos”.
En el mismo sentido, indicó que al darse este proceso, “desde la Comisión Directiva se golpearon distintas puertas o alternativas, como eliminar el sector del buffet que ocupaba “Papá Mondio”, pero esto solamente aumentaba la capacidad en 100 personas”; y que ante esta situación se decidió el alquiler de las instalaciones a una agencia de venta de automotores por espacio de 10 años.
“Es doloroso ver esta reforma y ver cómo se derrumban algunos recuerdos, pero no teníamos demasiadas alternativas para seguir adelante en las mismas condiciones, ya que de continuar en la misma senda, hubiésemos seguido el mismo rumbo que se refleja en la película “Luna de Avellaneda”, con aquel Club que poco a poco fue desapareciendo”, graficó nuestro interlocutor, apuntando que a lo largo de 2017 “solo alquilamos el salón para un festival de box y un par de eventos a beneficio –a un valor menor al estipulado-, lo que nos permitió cubrir apenas dos meses de impuestos”.
PROYECTOS
“Nuestra idea es realizar un nuevo salón de fiestas y gimnasio en el predio de nuestro natatorio, pero si bien este alquiler representa un ingreso importante, tendremos que intentar acceder a distintos subsidios para concretar el proyecto”, señaló Brenna.
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