Sábado 30 de Diciembre de 2017

Despedida de Cáritas a Emilio Poggi

¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!

Las palabras a veces faltan o suelen ser insuficientes cuando se trata de agradecer y a la vez dimensionar lo que ha sido Emilio Poggi, para la Institución, para la parroquia, para el Hogar Nazareth, al que estuvo apoyando desde sus comienzos, hace ya 30 años y  hasta la actualidad; atento a las grandes necesidades y a las más pequeñas; sintiéndose un poco padre y un poco abuelo de los pequeños que por allí transitaron, porque a cada acción le dedicaba también su afecto.

Emilio supo brindarse siempre con una sonrisa serena y esa mansedumbre que lo caracterizaba, en  Cáritas junto a su esposa Mabel, dejando huellas que hacen que en cada hacer, notemos su ausencia. No será fácil reunirse y no encontrarlo, o preparar un ensayo del Teatro y no contar con su disposición y su espíritu solucionador de problemas.

Ni qué hablar de la parroquia, que lo contó siempre como amigo, compañero, dispuesto a encargarse de las cosas simples o de otras más complejas, pero siempre conciliador, afable, comprometido, haciendo el bien en cada ida y vuelta. Porque así son las personas que aman a Dios; generosas en la entrega y en el servicio a los demás.

Sabemos que seguramente ya ha encontrado su recompensa, por un Dios que nunca se deja ganar en su bondad. Pero nosotros hoy; al sentir su ausencia, nos cuesta decir ADIOS, sin antes decirle un GRACIAS, un GRACIAS por todo y por tanto, un GRACIAS al amigo, al hombre sencillo, que supo prodigarse sembrando.

Emilio, tus pasos serán huellas que marcan un camino y un ejemplo a seguir.

Adiós amigo, permanecerás en el recuerdo de todos quienes te conocimos.

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