Miércoles 17 de Agosto de 2016
Disertó el paisajista y pintor nuevejuliense Horacio Miglierina, quien trazó interesantes propuestas sobre la utilización de nuevos espacios públicos de nuestro distrito.
Alumnos de la Escuelita realizan trabajos de pintura.
Alumnos de la Escuelita realizan trabajos de pintura.
Integrantes de la Sociedad de Arquitectos junto a directivos de la Escuela de Estética.
El pasado fin de semana, la Sociedad de Arquitectos de 9 de Julio –que celebró los 30 años de su fundación- llevó adelante una nueva “doble jornada” de capacitación a cargo del arquitecto, paisajista y pintor nuevejuliense Horacio Miglierina, quien se encuentra radicado desde hace años en la ciudad de Bahía Blanca.
La misma enmarcó la apertura de una muestra de las pinturas del ex convecino, en la sede de la Biblioteca José Ingenieros, la que podrá apreciarse durante toda la semana, la realización de un cuadro junto a todos los asistentes –entre quienes se encontraban alumnos de la Escuela de Educación Estética Nro. 1- y una charla sobre espacio público bajo el título “De-espacio público, hay lugar para todos”, en la que abarcó aspectos muy importantes sobre la importancia de los espacios públicos en cada comunidad, y narró su experiencia al respecto en la Municipalidad de Bahía Blanca, donde trabajó durante 25 años.
“Dentro de la arquitectura, me he perfeccionado en paisajismo y junto a ello llevo adelante algo de pintura, quizás como resultante de los cursos tomados en mi adolescencia junto a Olga Gornatti”, señaló el disertante a nuestro medio, poniendo de manifiesto que la experiencia entrega resultados “muy expresivos” en base a un trabajo “salvaje”, sin protocolos o reglas para expresar el arte.
Asimismo, Miglierina se manifestó muy reconfortado con la convocatoria y la posibilidad de que el trabajo actúe como “disparador del arte y del paisajismo”.
En tanto, requerida su opinión respecto del espacio público de 9 de Julio, opinó que hay lugares “expectantes” como el Canal Mercante, sobre el que opinó que podrían realizarse aprovechamientos desde el punto de vista paisajístico o para uso recreativo y de deportes, como por caso el canotaje.
“No son experiencias fáciles y suelen ser cuestiones generacionales, donde juega también lo social y lo político, pero no por ello bien podría trabajarse sobre el particular”, expresó.