Jueves 4 de Julio de 2013
Emotiva jornada en el F.C. Libertad. Familiares, amigos, dirigentes y futbolistas se sumaron a la ceremonia en memoria del ex jugador.
Familiares de Angel “Guicho” Poratti depositan las cenizas en la cancha.
Dirigentes del club le entregan a familiares de Poratti un diploma de reconocimiento.
Dirigentes, jugadores de futbol y hockey, y familiares, presentes en el acto.
En la tarde de ayer, el Foot Ball Club Libertad vivió una muy emotiva instancia, en homenaje a Angel “Guicho” Poratti, ex jugador de la institución “lagunera” en sus tiempos de viejas glorias, allá por la década del 30 -junto a destacada figura de Vicente Cussatti- y fundador de la cancha original, en junio de 1972.
Poratti había nacido en nuestra ciudad el 16 de junio de 1908, y tras su paso por la institución, se radicó en la ciudad de La Plata, donde conoció a su esposa, Noemí Mansilla, oriunda de Santa Fe.
Falleció el 11 de agosto de 2011 y su último deseo fue que sus cenizas fueran esparcidas en el campo de fútbol de la institución de sus amores.
“Debíamos este homenaje a su memoria y a su familia, ya que en momentos de su fallecimiento se estaban ejecutando las obras del nuevo estadio”, comentó a nuestro medio Rubén Fernández, presidente del Club Libertad, quien señaló además que el recordado futbolista “celebró en su momento sus 100 años de vida con la camiseta de Libertad que le había enviado Horacio Lozano, y sus colores en su torta de cumpleaños”.
“Además de este homenaje, su esposa nos ha acercado una fotografía del plantel de 1930 que colocaremos en nuestra sede social, junto a su camiseta; en tanto que además entregaremos a su familia un diploma de honor”, agregó Fernández, emocionado con esta especial jornada, y quien expresó su total agradecimiento a la familia, los dirigentes, integrantes del cuerpo técnico y jugadores, quienes hicieron un alto en el entrenamiento para sumarse al reconocimiento.
Por su parte, Noemí Mansilla agradeció a la dirigencia liberteña la atención dispensada para cumplir la última voluntad de Poratti, quien amaba profundamente a la institución y a la casaca “con la que convirtió muchos goles”.