Miércoles 11 de Noviembre de 2015
Por espacio de más de 3 horas, un vecino de este medio, tras amenazar con prenderse fuego si no era atendido por autoridades judiciales; logró entrevistarse con el titular de la dependencia, atendiendo a su desesperado reclamo para poder ver a su hija de dos años de edad.
Un hecho verdaderamente curioso e insólito para nuestra ciudad se registró en la jornada de ayer, frente al Juzgado de Paz Letrado de nuestra ciudad, cuya sede se encuentra ubicada en calle H. Yrigoyen al 854, entre La Rioja y Mitre.
Desde aproximadamente las 11 hs., un vecino se esta ciudad se presentó ante esta dependencia muy ofuscado y manifestando su intención de rociarse con nafta y prenderse fuego si no era atendido de inmediato por el titular de la dependencia Dr. Favio Arriagada.
Posteriormente, pudo saberse que se trataba del convecino Juan Manuel Rago, quien reclamaba respuestas respecto de la situación que sufre ante la imposibilidad de ver a su hija –de aproximadamente dos años de edad-, desde hace ya un tiempo importante. Ante la actitud adoptada por este papá desesperado, rápidamente llegaron al lugar efectivos de la Estación de Policía Comunal de 9 de Julio y personal del servicio de emergencias médicas de la empresa ClySa, quienes intentaron calmarlo y convencerlo de que mantuviera su actitud.
La tarea no fue sencilla debido al natural estado de nerviosismo de Rago, quien finalmente, acompañado de familiares y amigos, entregó a los efectivos policiales las botellas de plástico que tenía consigo, llenas de combustible, para cumplir su cometido si no lograba el objetivo de entrevistarse con la autoridad judicial.
Tras ello, se tomó contacto con el Dr. Arriagada, que momentos antes del incidente había emprendido viaje a la ciudad de La Plata y regresó rápidamente a nuestro medio para atender a Rago, situación que se produjo aproximadamente a la hora 14; habiéndose visto interrumpido durante todo ese tiempo el tránsito vehicular en la calle Yrigoyen, entre La Rioja y Mitre, apostándose móviles policiales en ambas esquinas, lo que generó un verdadero embotellamiento vehicular en un horario complejo para la zona como es el del mediodía.
LOS LENTOS TIEMPOS DE LA JUSTICIA
Asimismo, minutos antes del arribo del Juez de Paz Subrogante de 9 de Julio, la abogada defensora de Rago, Dra. Liz Martínez, aclaró que tomó el caso en el mes de octubre pasado y por ende no está acompañando a Rago desde el inicio de la causa. “En este momento estamos teniendo una cuestión netamente procesal. Se trata de un acuerdo al que llegó Rago con la mamá de la menor –de apellido Molejón-, y que no se pudo homologar en el Juzgado por un error material en la redacción”, detalló la abogada; poniendo de manifiesto de manera especial que “la Justicia es lenta porque tiene formas procesales que hay que llevar adelante, entre ellas está el hecho de que un abogado presenta un escrito al Juzgado, el Juez debe expedirse, debe salir a la letra otra vez el expediente para poder continuar las presentaciones, lo que hace a la lentitud de la causa”.
En el mismo plano, señaló que a quien está sufriendo una determinada situación, como el convecino Rago en este momento, “le es muy difícil sobrellevar estos tiempos que tiene la Justicia”, considerando que “deberían existir otros mecanismos en este sentido, sobre todo cuando hay menores en el medio”. “Por un lado está el derecho de los padres de estar con su hijo, y por el otro el del hijo, de estar con su papá o su mamá cuando estos no conviven; y en esta llanura nos olvidamos un poco de que primero deberían estar los chicos, respetando el artículo tercero de la Convención Internacional de Derechos del Niño, que establece que en toda cuestión en la que halla menores, debe primar el derecho superior del niño, de lo que a veces lamentablemente nos olvidamos”, explicó con absoluta claridad.
Por último informó que se produce su intervención “en el momento en el que la mamá de la menor pone cierta reticencia a que Rago visite a la menor” y que su defendido, “posee la absoluta predisposición y sumisión a la orden judicial de realizar un tratamiento psicológico, no obstante que pasa el tiempo y no observa los resultados esperados”, en tanto que confió en que “se habrá de llevar a cabo una audiencia de conciliación entre las partes y el Juez”.
Por su parte, cerca de las 15 hs., Juan Manuel Rago dialogó con los medios presentes en el lugar, manifestándose “más tranquilo” ante la promesa del Juez de Paz que podrá ver a su hija, “como cualquier padre común y corriente” y agradeció a todos por el acompañamiento en su reclamo.
