Viernes 15 de Diciembre de 2017
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Argentina: un país que tropieza dos veces con la misma piedra
El Presidente de la Nación, Mauricio Macri, junto a gran parte del abanico político oficialista-opositor, judicial, sindical, empresarial, ruralistas, banqueros, comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) y organizaciones de la sociedad civil encabezaron en el Centro Cultural Kirchner (CCK) el acto que se dio a conocer como “Consensos Básicos”, en el que trazó un paquete de reformas que se impulsarán desde el Gobierno Nacional en los próximos días en materia impositiva, económica, laboral, jubilatoria, entre otros.
El acto protagonizado por el Oficialismo y sus afines, con el Presidente a la cabeza, marca y profundiza el rumbo iniciado por el actual Gobierno desde el día de su asunción, en lo que respecta a los recortes y reformas del Estado. Luego de los resultados electorales del 22 de octubre, a favor de Cambiemos, que fueron utilizados como argumento para llevar adelante este paquete de cambios, que ya habían sido adelantados por voceros de la actual gestión, Mauricio Macri Blanco Villegas sostuvo: “No hay más excusas. Es ahora o nunca”.
Los tres ejes en que se centró el nuevo plan de gobierno en donde “cada uno tiene que ceder un poco” son: Ajuste Fiscal, reforma Laboral y reforma del Estado.
Durante su discurso, con un cinismo muy desmesurado, el Jefe de Estado advirtió que nombraría los “ejes” de las reformas pero no brindaría detalles sobre las “herramientas” que cada una implica, ya que luego serán presentados en el Congreso o en los ámbitos pertinentes para “crear consensos”. Definiendo al primer paquete de reformas como responsabilidad fiscal, la inflación y los impuestos, Mauricio Macri sostuvo: “no podemos gastar más de los que recaudamos y eso lo digo para todos los niveles del Estado”; “No nos gusta endeudarnos, pero menos mentirnos emitiendo dinero sin respaldo y generando inflación”; “Necesitamos menos impuestos y más obras” [...] entre otras cosas más. Todos sus dichos se contradicen con las medidas tomadas desde Diciembre de 2015 hasta la fecha; que llevaron a tener en 2017 el tercer déficit más alto en la historia de nuestro país, después del Rodrigazo y del máximo de Raúl Alfonsin. Con respecto al “endeudamiento” esta gestión fue la que más endeudó a la Argentina (con respecto al resto del mundo y a la historia de nuestro país) en tan poco tiempo, 138.000 mil millones de dólares. Al parecer Cambiemos prefiere financiar el déficit fiscal aumentando exponencialmente la deuda y sus intereses, y no hacerlo con emisión de pesos que, según la economía ortodoxa, es lo único que genera alza de precios.
Ahora bien, si los recursos públicos son los ingresos (generalmente en dinero) que tienen los Estados para el cumplimiento de sus finalidades ¿Cómo se van a financiar las obras si el Estado deja de recaudar menos impuestos, tal como quiere el Presidente? O ¿Cómo se van a pagar los intereses de la deuda a cien años que este mismo gobierno generó sin la producción de recursos para el Estado?
En el capítulo referido a las reformas laborales que el Ejecutivo viene fogoneando desde hace meses en busca de modificar y flexibilizar los convenios colectivos de trabajo, se indicó que se presentarán las iniciativas que desde la cartera de Jorge Triaca se viene trabajando con la
CGT. Durante la conferencia, Macri cargó duro contra los empleados públicos, los trabajadores docentes y no docentes de las Universidades Públicas y los trato de estafadores, al tiempo que pidió un esfuerzo a las casas de estudios y a la administración pública de recortar su personal y presupuesto.
Pero lo que el Presidente no dice con respecto al tamaño de la Administración Pública es que su gestión de tan solo 23 meses la ha incrementado en un 25% promedio. Es decir, despidió trabajadores (y lo va a seguir haciendo) para poner empleados de su color político. Esta gestión ha creado Secretarías y Direcciones como: “Directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales” “Dirección Nacional de Movilidad en Bicicleta” “Director Nacional de Políticas y Desarrollo de Internet”, entre tantísimas mas.
Cuando se habla de reforma laboral no solo incumbe a los trabajadores de orden público, sino también a los de tipo privado, ya que lo que está en discusión son los diferentes derechos laborales conquistados durante todo el proceso histórico. Lo que se está negociando con distintos sindicatos y empresarios es lo siguiente:
• Jornadas de 12 horas de trabajo.
• Las empresas podrán contratar “parcialmente” y pagar por horas y objetivos.
• Imposibilidad de cobros de horas extras y banco de horas.
• Facilita el despido de empleados y elimina las indemnizaciones.
• El empleador puede fraccionar las vacaciones y horas de trabajo.
• Modificación de la ART.
• Adicional por presentimos más estricto y atado al salario.
• Categoría cero para nuevos empleados.
Para finalizar el capítulo, los cañones de las reformas también apuntaron contra los Sindicatos, los empleados de justicia y los jubilados.
El último episodio le correspondió a la reforma Institucional o del Estado con mira a toda la estructura federal de los gobiernos provinciales y locales. Su principal objetivo es avanzar en la “modernización del Estado” concepto ya conocido en décadas pasadas en el cual vamos a centrar el análisis.
El concepto de reforma del Estado viene de la mano con las políticas neoliberales y se instala en nuestra región luego de las crisis de los Estados de Bienestar. En nuestro país las primeras reformas se dieron durante la última dictadura cívico-militar comandada por la cartera de José Alfredo Martínez de Hoz. Tiempo después, a menos de diez días de asumida la gestión, el Presidente Carlos Saúl Menem, envía al Congreso los proyectos de leyes de: Reforma del Estado (23.696/89) y de Emergencia Económica (23.697/89). Estas transformaciones tienen dos etapas claramente diferenciadas, si bien ambas en el marco de la misma presidencia.
La primera está asociada al Plan de Convertibilidad y a la figura del Ministro Cavallo. Se trató de una reforma estructural que a comienzos de 1990, frente a la situación hiperinflacionaria, involucró la estabilización del tipo de cambio, la privatización de las principales empresas públicas y la desregulación y apertura de la economía bajo el paradigma del Estado “mínimo”. La segunda se da en el marco del último mandato de Menem, si bien guarda continuidad con el Plan de Convertibilidad, está siendo implementada por otra conducción económica, orientada a extender el ajuste al conjunto de las provincias y llevar a cabo una profunda reforma laboral (García Delgado, 1996).
Ya entrado en el nuevo milenio, más precisamente en Julio del año 2000, el Gobierno de la Alianza, presidido por Fernando de La Rúa, presenta ante la sociedad argentina su plan de modernización del Estado, que busca, entre otros puntos, reestructurar funciones en la administración y mejorar los niveles de gestión pública.
Los lineamientos principales de esta nueva reforma fueron: “Carta Compromiso con el Ciudadano”, los Acuerdos Programa, la optimización y capacitación de los recursos humanos, la modernización de las compras y contrataciones del Estado, reformas en la administración pública, Gobierno Digital y el proyecto Cristal, que apuntaban a garantizar la transparencia.
Estas reformas estructurales que se llevaron a cabo durante muchos años poseen los mismo instrumentos que las presentadas en el
CCK por
CAMBIEMOS. El por qué de la mayor crisis económica, social, política e institucional de nuestro país que termina llevándose en helicóptero a Fernando De La Rúa está en la aplicación de dichas políticas.
Nuevamente la obediencia ciega a los organismos financieros internacionales, como lo ha hecho el Ministro Dujovne cuando presentó el programa de “Consensos Básicos” ante el FMI, no hace más que reproducir un diagnóstico que la historia nos demostró que es equivocado, que tiende a mayor endeudamiento, y a un proceso de desestructuración productiva, social y económica que cada vez va ser más difícil de sustentar legítimamente.
Para concluir la pregunta que nos tendríamos que hacer y la historia nos dará la respuesta es ¿Argentina es un país que tropieza dos veces con la misma piedra?
Lic. Juan Pablo Parise
Concejal de Unidad Ciudadana
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