Viernes 21 de Junio de 2013
El titular del albergue canino, Dr. Gabriel Saralegui, trazó un panorama de la situación actual.
Los perros, un nuevo problema que preocupa a los funcionarios municipales
Dr. Gabriel Saralegui.
El Dr. Gabriel Saralegui, titular del albergue canino de la Municipalidad de 9 de Julio, trazó un panorama de la situación del predio y las políticas instrumentadas desde su área, ante algunas quejas presentadas por los vecinos en relación a situaciones relacionadas con los canes que son abandonados en la vía pública, convirtiéndose en un verdadero peligro a la hora de producir accidentes.
“Existen numerosos perros vagabundos y sin dueños, situación que si bien es común a todas las ciudades, en 9 de Julio se presenta como crítica, con lugares puntuales donde se observa la concentración de los mismos, pudiendo ser causa de accidentes de tránsito o generar otras situaciones indeseadas como las mordeduras”, señaló en primera instancia el médico veterinario.
Saralegui subrayó de manera especial que el único elemento con que cuenta el municipio para atender esta situación “son las castraciones, en las que comenzamos a trabajar el año pasado con mayor énfasis”.
“Como es de dominio público, rige en todo el ámbito de la provincia una ley que impide el sacrificio de los caninos y felinos, con lo que nuestra única herramienta es la castración”, reiteró, al marcar que juega en este contexto “la responsabilidad de los propietarios, mientras que en el caso de los perros vagabundos, la responsabilidad de su castración debe ser asumida por el municipio”.
“Se trata de cirugías que son más oportunas cuando los animales son más pequeños, ya que resultan menos invasoras y menos traumáticas”, aconsejó.
ALBERGUE CANINO Y PROBLEMATICAS
“Este es un ámbito en el que los perros están presos en cadena perpetua, por lo que la realidad es que los canes solo deberían estar allí de manera transitoria”, reconoció Saralegui, advirtiendo sobre las dificultades de esta problemática actual, donde más de 200 animales se encuentran en el lugar, “pese a que en un momento llegó a haber más de 400, trabajándose especialmente en la castración y la tenencia responsable, teniendo que evitar, por ejemplo, que los vecinos los pasen por arriba del tapial”.
En el mismo sentido, instó a realizar una “tenencia responsable, a través de la castración o los correspondientes cuidados en la reproducción”.
“Particularmente apelo a la sensibilidad y al buen criterio de las ONGs defensoras de los animales, a quienes les proponemos permanentemente que se unan para optimizar recursos, ya que todos trabajamos para el mismo objetivo y el mismo fin”, expresó el veterinario, considerando que las mismas “constituyen una gran ayuda y una gran colaboración”.
En el mismo sentido, recordó que en 2012, desde el área a su cargo se presentó un proyecto a 10 años, de manera que el mismo sea instrumentado como política de Estado para hallar respuestas concretas a estas situaciones.
“En su momento castramos 1.200 animales, pero este número por sí solo no alcanza, a lo que debemos sumar inconvenientes como la incomodidad que se presenta actualmente para los vecinos ante las bajas temperaturas, a lo que tenemos que agregar también los escasos presupuestos para afrontar un problema de tal magnitud, así como el respeto por el profesional que tiene a su cargo la tarea, ya que por ejemplo, hemos tenido que limpiar los lugares de trabajo para poder desarrollar la tarea”, delineó finalmente.