Nombrar Dennehy es evocar su nombre. Y su nombre es sinónimo de confianza, honesidad, buena madera, nobleza sin par, generosidad.
Nacida un 24 de Noviembre de 1942 en el campo, fue creciendo con sus padres: Angelita y Don Pedro, rodea da de gatos, perros, gallinas, caballos y alguna que otra vaquita.
Persona íntegra: con rasgos y costumbres que fueron haciendo de ella un personaje legendario.
Siempre listo, en su mesa, un plato de más para recibir alguna visita, ilustre o desconocida. Y ni que hablar de su disposición para el encuentro con sus amigos.
Fue secretaria de la delegación por muchos años y más tarde delegada por más de un período ejerciendo su cargo con el total apoyo de ese pue blito campero que la vio nacer. Cuentan que comenzó a vestir ropas masculinas para sentirse más segura en su regreso de los bailes, a caballo...solo ella y la luna como guía. Más tarde vino el Renault usado y después...autos nuevitos y entonces!...¿Quién no se anotó para comprar el auto que acababa de dejar esta prolija dueña?
Ella fue Araceli Ruggieri: Cacha!... Cachita, entrañable mujer, que ha llegado al alma de todas las personas halladas en el camino de su vida.
Gracias por todo y hasta siempre.
Personal, residentes y Directora del hogar de Ancianos “Santo Domingo de Guzmán”.