Lunes 24 de Febrero de 2014
Por Paolo Barbieri, Concejal PRO.
La situación actual de Venezuela es alarmante, la región ha vuelto a sufrir situaciones dignas de décadas ya superadas, con la triste excepcióndel a anacrónica dictadura cubana. El chavismo ha demostrado su intolerancia a las opiniones contrapuestas, ha transformado al Estado en un órgano de su propio partido (al estilo facho - comunista), ha censurado a la prensa libre en su totalidad, ha encarcelado jueces como consecuencia de sus fallos, y ahora encarcela a los opositores políticos.
Las muertes de los manifestantes en Venezuela merece el mayor de los repudios, lamentablemente quienes ocupan el gobierno nacional en nuestro país, han omitido condenar estas prácticas dignas del fascismo y el comunismo. ¿Qué valores morales y/o jurídicos puede tener una ideología para actuar como medio de justificación ante actos aberrantes? es la pregunta que todos debemos hacernos. Para entender la hipocresía del fenómeno, basta con analizar la condena pública que sufrió el gobierno de Chile hace dos años, al reprimir las marchas estudiantiles, y el manifiesto y rápido apoyo del gobierno kirchnerista a los estudiantes. Sin embargo ahora vemos como ante una situación mucho más compleja e inquietante, el apoyo es exclusivamente para con el gobierno amigo. Desafortunadamente, el oficialismo nacional ha optado por apoyar ciegamente a la dictadura chavista.
Llama poderosamente la atención la falta de objetividad de distintos actores políticos, por ejemplo el confeso admirador del chavismo y senador Fernando “Pino” Solanas, no ha realizado ninguna crítica al accionar del gobierno venezolano. Asimismo, la Diputada Victoria Donda, quien supo incendiar sillones en el Congreso durante los dramáticos días de diciembre de 2001, parece que ante situaciones similares del pueblo de Venezuela prefiere tildar de golpista a quienes están manifestándose contra el gobierno. Es muy difícil lograr entender como ella misma no se considera golpista al pedir la renuncia de De la Rúa, quien también había resultado electo por la voluntad popular.
Un gobierno nunca puede estar por encima de la ley, un gobierno que reprime y mata para mantenerse en el poder está fuera de la ley, el fundamento de haber ganado una elección no los exime de ser criminales, baste recordar que Hitler fue votado de manera legítima y en varias oportunidades.
Un gobernante que subordina la ley a su voluntad colocándose por encima del régimen representativo atenta contra la República, el intento de instaurar un orden distinto valiéndose de la ingenuidad del texto constitucional e imponiendo sus medidas es atentar también contra la República. Las constituciones surgieron para limitar justamente el poder de los gobernantes frente a los gobernados, aquellos son meros administradores y representantes de estos, y bajo ninguna justificación están legitimados para obrar de la forma en que el gobierno de Maduro lo hace en Venezuela.
Quienes piden detenciones no estando facultados para hacerlo, quienes se consideran guardianes de las leyes y amos y señores para hacerlas valer según su arbitrario criterio, quienes impiden que exista una real alternancia en el poder promoviendo un liderazgo hegemónico al mejor estilo medieval, quienes violan la separación de poderes, la igualdad ante la ley, no son más que gobernantes totalitarios que merecen de mi parte y desde mi humilde posición de concejal el mayor de los repudios, y solo aspiro a que caiga sobre ellos el peso de la ley y de una justicia independiente, ysean juzgados como los criminales que han demostrado ser.
Paolo Barbieri
Concejal PRO
