Viernes 18 de Junio de 2021
Reseña histórica y nota de opinión del Dr. Carlos E. Kenny en el aniversario de la Masacre de Ezeiza
Se cumplen 48 años de la masacre de Ezeiza, que llego como un terrible mal fario en esa tragica jornada del 20 de Junio de l973, el día mismo en que el pueblo peronista esperaba vivir una fiesta en presencia de su líder, que retornaba al país luego de 18 años de exilio. (2 en Panamá y 15 en España). La masacre de Ezeiza cerró un ciclo de la historia argentina y prefiguro los años por venir. Fue la gran representación del peronismo, el estallido mismo de sus contradicciones de treinta años. Fue uno de los momentos estelares de una tentativa inteligente y osada para aislar a las organizaciones revolucionarias del pueblo, pulverizar al peronismo por medio del terror y de la confusión ideológica, y destruir toda forma de organización política de la clase obrera. La masacre de Ezeiza contuvo en germen el gobierno de Isabel y López Rega, la AAA, el genocidio ejercido a partir del golpe militar de l976 y el eje militar-sindical, en el que el gran capital confió para el control de la Argentina. La derecha peronista debía encargarse de impugnar los designios revolucionarios desde la apariencia de un nuevo frente nacional. La masacre de Ezeiza es también un escalón fundamental en la aplicación de crecientes cuotas de terror contra la movilización popular, que desbordaba todos los esquemas y rompía las tentativas de sometimiento. En torno a la masacre de Ezeiza y de sus consecuencias, comenzó a manifestarse la alianza entre la derecha peronista y la derecha no peronista, que tan clara se hizo durante el gobierno militar (1976-1983) y en los comienzos de la restauración constitucional. El Rucci que en l973 reunió y armo a todos esos sectores, fue precursor del Herminio Iglesias de la década siguiente. A pesar de los años transcurridos, no se ha publicado ninguna investigación sobre la masacre de Ezeiza, que ha llegado a convertirse en nuestro mayor tabú político. La interpretación que en forma difusa se ha ido imponiendo, es la de dos extremos irracionales que se masacraron mutuamente, ante un pueblo ajeno a ambos que solo quería asistir a una fiesta. Hipótesis esta que nunca compartí y a la que nunca adheri. Luego de haber vivido personalmente aquella penosa jornada del 20 de junio de l973, con testimonios de ambos bandos recibidos al pasar de los días, de las semanas y de los meses de aquel entonces, estoy plenamente convencido: 1) Que la masacre de Ezeiza fue premeditada para desplazar a Cámpora y copar el poder. 2) Que mientras algunos montaron un operativo de guerra con miles de armas largas y automaticas (me refiero a los hombres de López Rega, como Osinde, Rucci, Norma Kennedy, Brito lima, Etc.), los otros marcharon con los palos de sus carteles, algunas cadenas, unos pocos revólveres y una sola ametralladora que nunca utilizaron (JP y Montoneros como Neel Tacci y el Beto Simona #) 3) Que el grueso de las víctimas se originó en este segundo grupo, en el cual, ingenuamente me movilice hasta donde pude. 4) Que el número de muertos fue muy inferior al de las leyendas que aun hoy circulan. 5) Que los tiroteos más prolongados se entablaron por error entre dos grupos del mismo bando, ubicados unos en el palco oficial y otros en el Hogar Escuela del puente 12 y que estos grupos sorprendieron entre dos fuegos a las columnas agredidas. 6) Que los tiradores ubicados sobre tarimas en los árboles, también respondían a la seguridad del acto (Comando de Organización liderado por López Rega a través del Teniente Coronel retirado, represor Jorge Manuel Osinde). 7) Que no hubo combate sino suplicio de indefensos, es decir que los masacradores lograron su propósito. Los preparativos para el retorno del 20 de Junio de l973, no hubieran sido posible sin la aquiescencia de Perón. Su discurso del día siguiente en Gaspar Campos, no deja dudas del partido que adopto luego de los acontecimientos. Cámpora siempre estuvo dispuesto a renunciar y sin embargo se organizaron las cosas de modo de sacarlo a empellones. Un reemplazo que debió ser alambicado y ceremonioso, fue convertido por López Rega en una verdadera carnicería. Pero en cualquier caso, la implícita cobertura política provenía de Perón. Es como si “El Príncipe” de Maquiavello hubiere sido el último libro leído antes de abandonar la residencia de puerta de hierro y que a través de sus enseñanzas haya intentado poner en practica procedimientos diabólicos en la búsqueda del fin supremo, muchas veces justificados y/o necesarios a la hora de conducir y/o gobernar. Este cierre de párrafo corre por mi exclusiva cuenta, quizás tratando de justificar la historia que a los ojos de cualquier persona de bien, resulta irracional en un movimiento nacional y popular que se jacta de tener a la doctrina social de la iglesia como sustento filosófico (para mi gusto “El Principe” de Maquiavelo es el libro de la política).- El 4 de julio en Gaspar Campos, Cámpora reitero su decisión de renunciar. “Yo siempre he estado a disposición de mi pueblo” le respondió Perón. Horas después Cámpora le anuncio el alejamiento a su gabinete. Aun así, le organizaron la mascarada del desfile de colectivos frente a Gaspar Campos. No querían que se fuera, querían echarlo. Peron murio hace cuarenta y siete años, este episodio ya pertenece a la historia.- (#) Ver publicación titulada “López y Martínez” escrita por el mismo autor y editada el 6, 7, 8 y 9 de febrero de 2020 por este mismo medio, el día en que Estela Martínez de Perón cumplió noventa años de vida. Carlos Enrique Kenny Junto a la doctrina peronista en su estado puro.