Martes 20 de Octubre de 2020
LA GRIETA DE LAS MARCHAS
La diferencia entre convocar y organizar
Por Juan Lorenzo Gapar.
Desde hace poco más de un año, en Argentina ha surgido una nueva puja en la grieta política en la cual se encuentra inmerso el país: el control de la calle.
Durante muchas décadas, el “control” de la calle fue patrimonio del sindicalismo, conducido por dirigentes peronistas, que movilizaba a sus trabajadores. En los últimos años, se sumaron las organizaciones sociales, también en su mayoría conducidas por punteros políticos afín al peronismo kirchnerista.
Pero esto comenzó a cambiar luego de las elecciones PASO 2019, cuando a partir de una convocatoria desde las redes sociales, se llevó adelante una marcha multitudinaria, a favor del entonces oficialismo, que había sufrido un durísimo revés electoral.
Esta manifestación fue tomada por el gobierno como metodología para demostrar fuerza e intentar revertir lo que parecía una segura derrota en las elecciones generales. Y si bien la derrota fue inevitable, los resultados fueron mucho más ajustados.
A partir de esta situación, la metodología de la convocatoria a marchas a través de redes sociales por parte de los ciudadanos “del 41%”, por ser ese el porcentaje alcanzado en las elecciones, comenzó a reiterarse en cada feriado y ante cada medida que el actual gobierno tomaba y era considerada como un atropello a la democracia, a las instituciones o a las libertades individuales.
Cada una de estas marchas convocadas fueron y son multitudinarias, como fueron y son las organizadas por el sindicalismo y las organizaciones sociales. Y no es lo mismo convocar que organizar.
Las marchas convocadas desde las redes sociales carecen de responsables y crecen diariamente en adherentes a los reclamos por los cuales se invita a manifestar. Tienen por norma convocar a marchar los días feriados o fines de semana, en distintos puntos del país, para que quienes deseen hacer escuchar su lo hagan en el lugar más cercano a su domicilio, con su cartel o bandera argentina. El accionar es sencillo: se concentran, reclaman y se vuelven a sus casas.
Que ocurre cuando en lugar de convocar, se organiza. Para organizar se necesita un responsable, que generalmente son los sindicatos u organizaciones sociales, quienes deben garantizar el “éxito” de la movilización, para lo cual se necesita una logística, que tiene que ver con los medios de movilidad y la asistencia a los manifestantes, por mencionar solamente un par de aspectos.
Movilizar significa poner medios de transportes a disposición de las personas que van a concurrir a la marcha, y asistencia tiene que ver entre otras cosas, la seguridad y el refrigerio, porque en algunos casos viajan durante mucho tiempo y les insume todo el día estar presente en un acto de un par de horas.
Será tal vez por eso que durante una marcha convocada, los comercios por donde lleva adelante el reclamo continúan trabajando normalmente, mientras que en las organizadas deciden cerrar sus puertas?
Será tal vez por eso que después de una marcha convocada, los puntos de encuentro no muestran señales de que una multitud estuvo en el lugar, mientras que en las organizadas queda basura de todo tipo en las calles y verederas, y en muchas ocasiones daños en vidrieras y espacios públicos?
Una cosa es que el pueblo reclame por propia decisión, reclamando por convicción, y otra que lo lleven organizado a manifestar y no esté convencido del reclamo. No es lo mismo convocar que organizar.
Juan Lorenzo Gapar
Analista Político
[email protected]
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