Sábado 1 de Octubre de 2016
En nuestro carácter de integrantes de la Mesa Local de Prevención y Atención en Violencia Familiar y de Género repudiamos la cobertura mediática realizada en el día de ayer ante un caso que involucra a dos menores de edad.
Repudiamos enérgicamente que se dé prioridad al detalle incisivo antes que a la integridad de las víctimas.
Nuestros medios de comunicación deben asumir el compromiso de informar respetando a las personas y su derecho a la privacidad, a no ser discriminado/as, respetando su derecho a la reserva de datos. Respetando.
Es deber de los medios no revictimizar a las ya víctimas. No exponer públicamente a aquellas personas que, habiendo padecido hechos íntimamente dolorosos, puedan sufrirlos doblemente si no se respeta su más esencial derecho a no contarlo. Tienen derecho a que la comunidad no sepa qué les pasó.
Ayer, en ciertas notas periodísticas se llegó a ¿informar? las iniciales de las jóvenes. Ayer se escribió sobre la personalidad de las mismas... ¿con qué fin? ¿Qué se buscaba informar?
Los medios son actores sociales, políticos y económicos, con un rol fundamental en la construcción de valores, mitos, saberes y con incidencia en la instalación de aquellos temas que se consideran importantes en el imaginario colectivo. Los medios tienen, por lo tanto, el deber de hacerse cargo de la responsabilidad que les toca. Deben dar batalla con mucho más empeño aún ante este tipo de violencia simbólica, mediática, que refuerza las relaciones violentas que día a día vemos en nuestras casas.
Ante estos hechos los medios tienen el deber de no orientar sobre las identidades, tienen el deber de no prejuzgar. Los medios masivos de comunicación tienen el deber de no priorizar el show o la popularidad mediática antes que la integridad de las personas.
La información debe despegarse de las historias de veredas y tiempo libre.
Mesa Local de Prevención y Atención en Violencia Familiar y de Género, ciudad de 9 de Julio.