Miércoles 28 de Enero de 2015
Publicación pedida por Jonatham Barone, Pte. de la Juventud Radical de 9 de Julio.
Ese lunes 19 de enero, algunos amanecimos temprano, otros no tanto, pero si amanecimos todos conmocionados, atónitos con la noticia, del fallecimiento del Fiscal Nisman. ¿Suicido, asesinato?
Dos preguntas, de las tantas que por estos días nos hacemos la mayoría de los argentinos de bien.
¿Quién era Alberto Nisman?
Nada más ni nada menos, que el primer Fiscal en animarse a denunciar a la Presidente Cristina Fernández de Kirchner, y a varios políticos de su Gobierno, por haber encubierto a Irán en el atentado contra la AMIA, que causó 85 muertos en el año 1994, para favorecer el comercio con el país asiático, los acusaba en base a escuchas telefónicas, y ese lunes debía comparecer en el Congreso para dar más detalles sobre su denuncia.
Ahora bien, es muy sospechoso que el fiscal falleciera el día anterior a presentar todas las pruebas. Es muy turbio, como todo lo sucedido en esta década ganada. Pero nosotros no estamos aquí, para juzgar a este Gobierno, sino para hacer valer nuestros derechos, y principalmente, nuestra joven democracia, que tanto nos costó recuperar.
Como ciudadanos de este maravilloso país, no podemos quedarnos callados, tenemos la obligación de luchar por los ideales y las convicciones de nuestro querido Raúl Alfonsín,
no hubo otro hombre que hiciera tanto por devolvernos nuestra libertad, como él.
No solo como Juventud Radical sino como habitantes de este suelo, debemos hacer escuchar nuestra voz. No debemos ni podemos quedarnos callados ante tremendo hecho histórico. Es vergonzoso que el mundo entero hable de nosotros por la muerte de un Fiscal, en plena denuncia a la Presidente de la Nación. Pero más vergonzoso es aún, el accionar de cada uno de los políticos responsables, tanto de este caso, como de nuestro país.
No solo no se cumplieron con los protocolos a seguir en estos casos, sino que también se ocultó información. Luego tuvimos que escuchar a cuanto funcionario K ande a las vueltas, de que Nisman se suicidó, hasta la propia Presidenta en un comunicado vía Facebook, aseguró que era así.
¿Por qué la Presidente no se animó a una rueda de preguntas?
¿Por qué tardó tanto tiempo en salir a hablar de la muerte de Nisman? ¿Por qué después de que se supo, que no había rastros de pólvora en su mano, cambió la estrategia?, perdón, nos equivocamos, su opinión. No queremos pensar que están especulando minuto a minuto, con los peritajes correspondientes, y según estos vayan cambiando de opinión.
Como habitantes de nuestra querida Argentina, debemos exigir, justicia, verdad, que esto se esclarezca de una vez por todas, como así también ese juicio que están esperando, hace más de 20 años, los familiares de los 85 muertos y los más de 300 heridos, y el país entero está ansiando que la verdad salga a la luz.
Solo pedimos que esto, como tantos otros hechos, no queden impunes, 40 millones de argentinos no nos merecemos arrebato a nuestra democracia. Solo pedimos que no se quede nuestro pueblo dormido. Nos tomó unos días analizar todo lo sucedido y decidirnos a opinar sobre el tema, pero como jóvenes que somos tenemos la obligación, desde nuestro humilde lugar, aportar por mínimo que sea, nuestro granito de arena.
Repetimos, que no se quede nuestro pueblo dormido.
Democracia hoy y siempre.
Juventud Radical de 9 de Julio
Jonathan Barone
Presidente