Miércoles 3 de Septiembre de 2014
Nota Editorial.
En los últimos días se perpetraron en nuestra comunidad una gran cantidad de delitos contra la propiedad y contra la integridad física de los vecinos, algunos de ellos en forma violenta.
La mayoría de estos hechos no se han dado a conocer por las autoridades encargadas de la prevención, el esclarecimiento y la detención de los delincuentes, quienes conviven en nuestra ciudad en el pleno goce de la impunidad. Es como si se quisiera ocultar el delito para mantener bajas las estadísticas y altas las posibilidades de ascenso y reelección.
Mientras tanto, los vecinos comienzan a temer por su patrimonio y por su propia vida, librada muchas veces a la voluntad de los que delinquen, en un medio en el que desde hace tiempo existe la sensación de vivir sin la suficiente protección de la policía, a la que se considera cada vez más numerosa e inepta.
El común de la gente debe preguntarse si la inseguridad en la que viven los nuevejulienses es producto de la falta de recursos humanos, de la falta de recursos materiales, de la falta de recursos tecnológicos, o simplemente es el deficiente ejercicio del poder de policía, a cargo del estado provincial y municipal en forma compartida.
Se torna difícil por lo intrincado, conocer las estructuras de las fuerzas de seguridad de nuestro medio, en donde se entremezclan las distintas clases y categoría de efectivos, las funciones que cada uno tiene en la tarea de prevención y sobre todo, que es lo más importante, a qué mandos responden; quién es la autoridad máxima en todo este berenjenal que aunque parezca una verdad de perogrullo, toma radical importancia a la hora de asumir responsabilidades y de dar las explicaciones ante el ciudadano común, que en la mayoría de los casos, no sabe para que lado disparar.
Es hora de que quienes tienen la responsabilidad de conducir a las fuerzas encargadas de la prevención, utilicen los medios periodísticos, aunque más no sea, en ejercicio del derecho a réplica.
La Dirección.