Sábado 7 de Enero de 2017

Agradecimiento

Qué decir… agradecidos por tantas expresiones de cariño y tanto acompañamiento. Eduardo vivió y se fue rodeado de amor, abrazado y besado por su familia hasta el último segundo.

Tuvimos ángeles terrenales que nos ayudaron a transitar este final de camino: Nacho y Guillermo a la cabeza junto a las incondicionales Mabel, Gisela y Adela. No sé si darán cuenta de lo mucho que aliviaron y facilitaron este momento inevitable. Es imposible no sentir la oquedad en el pecho y el desasosiego de la orfandad y la viudez, aunque seamos mujeres grandes. Pero por esas cosas inexplicables de los sentimientos, la tristeza es muy dulce, porque ése es el sabor que nos deja la plenitud de la vida.

Eduardo recorrió un privilegiado camino musical y, a pocas horas de irse, se transformó en canción gracias a Fernando Pisano que, con mucho amor y sensibilidad, musicalizó los versos que escribimos para él. Gracias a Coral Reencuentro por el concierto en su despedida. Y gracias a todos por el enorme, prolongado y merecido aplauso.

Hoy nos toca comenzar a caminar con la presencia invisible. Contrariamente a lo que escribió Miguel Hernández en su “Elegía”, nosotras agradecemos a la vida enamorada y a la muerte desatenta por estos 91 años de Eduardo en este mundo.

Te amamos papá, hoy más que nunca. Es un orgullo ser parte de alguien que nos dejó semejante huella.

Montse, Graciela, Ali, Ana, Nuri e Inés, esposa e hijas de Eduardo Verde.

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