Jueves 27 de Junio de 2013
El uruguayo, con familia política nuevejuliense, jugará en el Deportivo Cúcuta, de la mano del DT Guillermo Sanguinetti.
El futbolista uruguayo Gonzalo Choy González (31), nuevejuliense por adopción en razón de que se encuentra casado con una convecina de nuestro medio, y quien ha tenido una extensa y destacada trayectoria en el fútbol argentino, habiéndose convertido en un símbolo de Gimnasia y Esgrima La Plata, pero con pasos importantes también por Arsenal, Tigre, Argentinos Juniors, Quilmes y Rosario Central; visitó recientemente nuestro medio para compartir un grato encuentro con su familia política y sus numerosos amigos, oportunidad que "Tiempo" hizo propicia para conocer su actualidad y sus proyectos.
"Estaba meditando la posibilidad de dejar la práctica del fútbol, pero acaba de surgir una propuesta muy interesante para jugar en Colombia, en Deportivo Cúcuta, de la mano de un entrenador que es un gran amigo personal, el también uruguayo Guillermo "El Topo" Sanguinetti, la que me ha entusiasmado nuevamente y que de alguna manera voy a probar para jugar un par de años más, o bien me tendrán que aguantar más seguido en esta hermosa ciudad donde realmente son muy feliz, al igual que mis hijos, cuando visitan a sus abuelos", comentó con su natural simpatía el centrodelantero.
"No fue una decisión fácil", confesó asimismo Choy, al comentarle a nuestro cronista que la idea es la de viajar solo y que su familia se radique en 9 de Julio.
"Son los últimos cartuchos, como se dice comúnmente, y como lo hablé con mis amigos y mi familia, todos confiamos en que es oportuno aprovechar los últimos años de carrera", expresó.
Respecto de su intención de dejar la práctica activa del fúbol y los motivos de una decisión que puede observarse como apresurada a sus jóvenes 31 años, Choy consideró que el fútbol "es muy ingrato".
"Siempre he vivido en su ámbito, y si bien no conozco profundamente otras profesiones; es claro que el fútbol ha dejado de ser un deporte para convertirse simplemente en un trabajo en el que uno debe sentirse siempre superior a todos los demás.
Es muy difícil pelear por un lugar y mantenerse, y más aún cuando esta situación va en el camino contrario de mi personalidad, ya que no me gusta pasar ni sentirme más que nadie", definió.
En el mismo marco de una visión crítica del más popular de los deportes y ante la pregunta de nuestro cronista si la práctica profesional del fútbol se ha convertido en un gran negocio, el uruguayo evaluó que al manejarse mucho dinero, "las presiones aumentan permanentemente, obligando a cualquier profesional a pisar la cabeza de cualquiera, ya que son 11 los que integran un equipo y en los planteles hay 30 futbolistas".
"Particularmente siento que no sirvo para estas cuestiones y nunca he tenido problemas en que juegue un compañero que pueda estar en un momento mejor que yo; aunque reconozco que esto no es lo que se ve habitualmente", reconoció.
Asimismo, analizando el nivel de los últimos campeonatos y los títulos conseguidos por equipos chicos, opinó que el fútbol actual "cuenta con equipos grandes que mantienen esa notoriedad solamente por su historia, como lo demuestra el reciente descenso de River y ahora el de Independiente".
Finalmente, expresó su especial sentimiento hacia Gimnasia y Esgrima de La Plata, "que me entregó la posibilidad, además de jugar en un Club donde siempre me han tratado muy bien, la posibilidad de conocer a mi esposa cuando estudiaba en La Plata y hoy contar con tres hijos maravillosos".
"Hubiese preferido irme de otra forma, primero en 2005 y posteriormente cuando regresé dos años atrás, al descender, donde en el segundo año no pude jugar y después sufrí el hecho de quedar marginado del plantel, en una situación en la que lamentablemente hizo que me fuera mal con los dirigentes y con el DT, más allá del cariño que me expresa la gente y de que mis hijos también son hinchas", finalizó, reconociendo que por estas razones "no volvería" a jugar en "El Lobo".
