Viernes 24 de Julio de 2015
El entrenador se presentó en el Club Newbery de Lincoln ante una gran presencia de público que interactuó con el invitado en una charla que duró dos horas. Lo acompañaron Guillermo Blanco y Fernando Signorini.
Por Federico Galván 19/07/2015
Con la organización de Abriendo Espacios y la colaboración esencial del ex profe de la selección argentina Fernando Signorini, se llevó a cabo este jueves, en el Club Jorge Newbery, de Lincoln, una charla participativa en donde el invitado fue Ángel Cappa. Junto al ex Huracán estuvieron el profesor local y Guillermo Blanco, ex Prensa de Maradona y ex Director de la escuela de periodismo Deportea, entre otros medios.
La oportunidad de tener a un entrenador de la trayectoria del bahiense no es algo frecuente para la zona y así parece haberlo entendido la gente que se llegó hasta el moderno cine que posee el club en sus instalaciones. Más aun sabiendo que la modalidad contaba con la posibilidad de interactuar con el invitado, algo que fue el eje de la charla que duró casi dos horas.
Al comenzar la reunión y a modo de disparador Cappa contó que al llegar a la Argentina, en la calle, lo paraban para agradecerle lo que había hecho con Huracán en 2009, incluso hinchas de otros equipos. “El fútbol empieza por la emoción y ese equipo de Huracán nos emocionó a todos. Yo era entrenador pero también fui hincha de ese equipo. Yo esperaba que juegue con la misma ansiedad que esperaba la gente”.
Sin embargo, no son pocas las veces que a esa idea se la relaciona con la falta de compromiso con el resultado, principalmente desde los medios “que han introducido en el fútbol los valores del negocio y entonces lo único que vende parece ser que es la victoria”. Ante esto el entrenador afirma que “El fútbol, si no emociona, no sirve, por lo menos en mi manera de ver.
Esa mirada se contrapone a ese concepto que reduce el fútbol al resultado. Todo lo que sea ganar es válido y todo lo demás no sirve. Y separan al fútbol práctico del romántico, como si los que nos emocionamos con el fútbol no quisiéramos ganar. Lo primero que uno busca en el fútbol es ganar, pero no es lo único”.
Entonado en la búsqueda de la raíz del asunto sostuvo que en otro tiempo la cosa era diferente y que algunos jugadores como Tucho Méndez y Di Stefano, entre otros, representaban esa identidad. “Este concepto cambió a partir del 58, cuando a Argentina le fue mal en el Mundial de Suecia. La crítica estaba dirigida al estilo.
Decían que de esa manera, al estilo nuestro ya se había terminado, decían que había que jugar como los europeos y asimilaban el juego europeo con la preparación física, con correr. Había que correr más y jugar menos.
En esa década del 60”. Para reforzar su mirada sobre que lo único importante no es el resultado profundizó la explicación: “La jugada aislada del resultado también tiene un valor. No es lo mismo que pase la pelota Pastore o Messi a que la pase Yo, aunque la pelota vaya al mismo receptor. Ese pase tiene una estética, encierra algo bello.
En ese Huracán de 2009 nosotros quisimos ser fieles a la historia y jugaba bien y lindo. Por eso no solamente eran de Huracán los hinchas del club, también los de otros equipos. Yo creo que en términos generales la mayoría de la gente siente ese fútbol como propio”.
A lo largo de su carrera siempre intentó defender la esencia, los valores de este deporte (muchas veces socavados), al futbolista y su profesión. En esta ocasión no fue diferente. “El fútbol nace todos los días en los barrios más humildes del mundo. El fútbol nos permitía a todos los pibes del barrio disfrutar de algo que nos pertenecía. Y de esa manera ganar el respeto ajeno y propio, que es tan difícil de ganar para los pobres. El fútbol nos permitía a todos escapar de ese sometimiento. Ese es el significado profundo de la cosa bien hecha, porque el fútbol nos acercaba a la belleza. Por eso el fútbol no solo es el resultado, que es lo primero, es todo eso”.
Más adelante tuvo tiempo para ocuparse de anotar una serie de “tópicos” que muchas veces se repiten en los medios, pero que están vacíos de contenidos. Así enumeró el “Hay que ganar como sea”. “¿Qué es ganar como sea? No quiere decir nada, hay que jugar lo mejor posible”. El “Hay que cerrar los partidos”.
“¿Qué quiere decir que no hay que jugar más? Quieren decir que hay que tirar la pelota afuera, hacer tiempo. ¿No es mejor que si vas ganando 1-0 intentar meter el segundo?”.
Pero no solo el que habló fue Cappa, también Fernando Signorini fue consultado sobre la ya famosa frase “la preparación física en el fútbol no existe”: “Hablar de preparación física para hablar de la preparación de un futbolista es un simplismo, un reduccionismo y es tomarnos casi por tontos a los que estamos a cargo de esa tarea que cada vez tiene más importancia toda vez que si uno no sabe del deporte que practica, mal puede entrenar”.
Respecto de la preparación de un futbolista y las pretemporadas, el entrenador radicado en España contó su experiencia al llegar a Huracán cuando debió convencer a los jugadores de trabajar de una manera diferente a la que estaban acostumbrados: “Yo tuve que convencerlos porque nosotros estábamos en Mar del Plata y los jugadores veían a los otros planteles que hacían triple turno, que entrenaban en los médanos y se preguntaban qué iba a pasar cuando empezara la competencia. Pero a medida que fueron pasando los partidos tuvimos la suerte de comenzar bien y se fueron convenciendo”.
Las preguntas pasaban y la charla ya era un diálogo, un ida y vuelta que reflejaba la predisposición del ex River que hacía dos años no estaba en el país. Esa posibilidad de tenerlo en frente, en nuestra región, generó algunas interminables preguntas, a las que de todas formas acudió a las respuestas. Así llegó el momento de la Selección Argentina. “La táctica es el punto de partida porque tiene que haber un orden. Ahora, tiene que haber un orden para ser desordenados.
El Flaco Menotti decía que el fútbol es orden para la aventura. Porque con el orden solo no se gana, pero con la aventura sola, tampoco. Por ejemplo, a Messi le resulta más fácil jugar en el Barcelona porque tiene un orden de hace mucho tiempo. En Argentina como no hay tiempo de entrenar, todavía el equipo no tiene un funcionamiento. Entonces es más difícil para Messi jugar en Argentina que en el Barcelona que juega con muchos de ellos desde que tiene 15 años.
Y respondió sobre cual creía que había sido el problema en la final. “Yo creo que Argentina no pudo salir del obstáculo que le puso Chile, de la presión alta. Solo pudo hacerlo cuando Chile se cansó, pero generalmente no pudo salir jugando y bajó Pastore, bajó Messi y dependió de la jugada individual. Pero me parece que no fue una elección de Argentina”. Y cerró: “Para romper eso se necesitan entrenamientos y esta selección no los tuvo. Entonces se necesita de la calidad de los jugadores”.
Para el final, Guillermo Blanco le pidió al invitado que se dirija a los jóvenes que estaban en el auditorio y les pidió:“Hace mucho tiempo que están intentando matar al fútbol, pero ahora van en serio. Yo les diría no permitan que les roben el fútbol, no permitan que les roben la alegría por jugar”.
Para el cierre quedaron las fotos, los saludos y esa certeza de saber que los presentes no solo se vuelven a casa con una foto; también se llevan alguna frase, enseñanza, de un hombre que siempre ayuda a pensa, que mantiene sus convicciones a lo largo del tiempo y las defiende en cualquier terreno. Dentro y fuera de la cancha.