Viernes 5 de Diciembre de 2014
Don Osvaldo Bayer marcha hacia los 90 y sigue luchando como cuando investigó sobre la masacre de 1500 peones rurales en la Patagonia argentina durante el primer gobierno de Hipólito Irigoyen.
Y tiene tiempo para recordar la emoción que sintió cuando llegó a Patricios y vio toda la gente del pueblo haciendo una obra de teatro para cimentar su identidad. Fueron momentos centrales de una cena en la que participamos junto a otro referente histórico, José “Calica” Ferrer, gran amigo de Ernesto Guevara, a quien acompañó en su segundo viaje hacia el Norte cuando el quijote revolucionario aún no era el Che.
“Se fue haciendo en el viaje, claro que tenía la esencia en la mente y en el corazón, pero ver la realidad latinoamericana lo terminó de convencer que su destino era la lucha por la libertad, contra la opresión capitalista”, comenta “Calica”, con tres años menos que Bayer pero una inmensa memoria y un poder analítico.que le envidiaría cualquier político, si alguno se animara a escuchar a ambos.
“El radicalismo le debe una explicación, una autocrítica a la sociedad argentina, y es una explicación del porqué Irigoyen dio la orden de matar a aquellos peones rurales, argentinos y chilenos, ejecutada por el teniente coronel Varela. Y lo mismo debería hacer el peronismo con la actuación de López Rega y las tres A”, continúa para evitar malos entendidos.
Con nosotros, un amigo del fútbol y de la vida, el linqueño Fernando Signorini, siempre presto para seguir aprendiendo de los sabios que aún quedan, aunque lejos de la abunfante trivialidad mediática existente.