Viernes 22 de May de 2020
PUBLICACIÓN PEDIDA
¡Descansa en paz, Campeón
Para Fernando Sayago,el boxeador fallecido trágicamente, y quien entrenaba en el Gimnasio del Clan Ferrario.
Se fue un campeón. Un guerrero. Un luchador. A Fernando Sayago la vida no le fue fácil. De origen humilde y perteneciente a una familia de clase trabajadora decidió dejar los estudios desde muy chico y siguió los pasos de la tradición familiar: la construcción.
Desde muy joven acompañó a su padre y sus hermanos en el oficio de la albañilería a la que dedicaba horas de corrido para tener espacio libre para entrenar. Era un apasionado de los deportes y la vida sana. Intentó con el fútbol pero no era lo suyo. Alternó algunos partidos en reserva en Giat de Beruti pero su destino estaba en el ring.
Fue una lesión en una rodilla lo que lo alejó del fútbol y lo acercó al boxeo. Ingresó a la escuelita de la familia Bruer, que en ese momento tenía como estandarte al ex campeón argentino Martín Bruer. Fernando siempre hablaba de la admiración por el púgil trenquelauquense, y luego se alistó en la escuela de boxeo de Sarmiento, bajos las órdenes de Abel Lobo con quien debutó en el terreno amateur y llegó a realizar más de una treintena de peleas en distintas ciudades de la región.
Junto a su hermano Diego, abrieron una escuela propia de Boxeo en enero de 2018 en el Club Sarmiento, la denominaron Sayago Box, donde daban clases hasta que el Covid 19 le puso freno a los gimnasios a unos 50 pibes e incluyeron la disciplina boxeo recreativo para todas las edades. Pero el reloj avanzaba muy rápido.
A Fernando le preocupaba que había comenzado tarde en este deporte y que llevaba unas 45 peleas amateur y quería dar el salto al profesionalismo. Ese sueño lo concretó en noviembre del año pasado, cuando le ganó al Pachy Contreras un boxeador profesional del Gran Buenos Aires, ante un salón colmado con mil asistentes, una noche soñada.
Claro que para llegar ese debut soñado hubo mucho sacrificio. Bajo las órdenes del profe nuevejuliense Ezequiel Corea, radicado hace varios años en Trenque Lauquen, realizó una preparación física exhaustiva y su hermano Diego y Elías Pino del Clan Ferrario de 9 de Julio hicieron lo suyo en la parte técnica para lograr la pelea perfecta.
A diferencia de otros deportistas profesionales, mientras Fernando dedicaba largas horas a entrenar, también tenía que trabajar largas horas en la construcción para mantener su familia. Padre de tres hijos, casado con Jésica Castaño, siempre fue muy familiero y cada vez que hablaba de su familia sus ojos se iluminaban.
Era una gran persona. No hay nadie en el ambiente del deporte o de los lugares que él frecuentó que tenga alguna palabra sobre su figura. El denominador común que se escuchó por estas horas cuando su muerte nos enmudeció a todos fue “era una gran persona”.
Siendo un boxeador profesional, con una escuela de boxeo a cargo, el 2020 amaneció lleno de proyectos y probables combates que el Covid 19 no permitió realizar. Sin embargo, nunca dejó de entrenar, se dedicó a pleno en cada momento a la espera que se levantara la veda para el deporte y daba y tomaba clases por Zoom.
Pero la vida le tenía una encerrona preparada, una trampa mortal en su trabajo, una mampostería cedió y acabó con su vida. A los 31 años. Una muerte absurda, increíble que nos deja sin palabras y nos llena de preguntas sin responder: por qué a él.
Con Fernando se fueron un montón de sueños, pero también las semillas sembradas de otros tantos. Sus palabras, las que dedicó durante horas a los chicos de su gimnasio, anidan en los corazones de esos pibes a los que siempre les pidió que no dejen la escuela, que sean hombres de bien, que tengan valores, y que abracen al deporte para alejarse de los problemas de la calle.
A los más grandes nos queda su amistad. Su corazón abierto, sincero. Un tipo que pensaba en los demás, que estaba para los que lo necesitaban, que quería boxear, que quería soñar, quería dar pelea. Sus sueños hoy nos invitan a volar con ellos, a abrazarlos para siempre. Gracias por tu amistad Fernando, gracias por enseñarnos tantas cosas de la vida. Descansa en paz campeón.
Gimnasio Sayago Box.
Noticias Relacionadas