Jueves 21 de Marzo de 2019
EN IGLESIA CATEDRAL
Se desarrolla el lunes 25 la celebración del Día del Niño por Nacer
Analía Guaragna, integrante del Movimiento de Schoenstatt, junto a Susana Cantarello y el padre Guillermo Gómez, detallaron la celebración que se habrá de llevar a cabo el próximo lunes 25, con motivo de conmemorarse el Día del Niño por Nacer.
“El Día del Niño por Nacer se celebra anualmente el 25 de marzo, pero en esta oportunidad adquiere una significación especial, ya que el día sábado 23 se realizará una movilización en favor de la vida en la ciudad de Buenos Aires, instancia donde si bien participará una delegación local; nos uniremos a través de la oración, que comenzaremos el día viernes 22 y continuaremos durante toda la noche”.
“La vida es un don de Dios y es por ello que queremos decirles a las embarazadas que lo que llevan en su vientre es un tesoro que ha sido inmolado allí por gracia del Señor, y que se convierte así en un Santuario Sagrado hasta el momento del alumbramiento”, agregó el religioso; haciendo extensiva la invitación a todas las mujeres que desean concebir.
Por su parte, Analía Guaragna indicó que esta celebración “considera a todo ser humano desde el momento de la concepción y tiene derecho a una protección especial por parte de la familia, el Estado y la sociedad”; a la vez que indicó que se comenzará a las 19,30 con un Rosario y luego la Santa Misa y la bendición de las embarazadas, desde las 20 hs.; tras lo cual se invitará a las asistentes a inscribirse para recibir una imagen de la Virgen peregrina en su hogar durante 9 días.
Finalmente, Susana Cantero recordó que esta iniciativa “fue una propuesta de Iris Inchauspe, integrante del Carmelo Seglar, allá por 1988”.
SAN RAMON NONATO
Según la tradición su nacimiento fue en Portel (Cardona, Cataluña, España) el 2 de febrero de 1200, en circunstancias extraordinarias. Sus padres soñaban con la llegada de un hijo. Cerca del pueblo había una ermita dedicada a San Nicolás de Bari donde, frente a la imagen de la Virgen con el Niño, la futura madre acudía buscando consuelo y esperanza de gestar esta nueva vida. La Virgen escucha sus ruegos y la vida comienza a germinar. Volviendo un día de la Ermita a su casa muere. Ramón Folch, el Vizconde de Cardona estaba de cacería, y al ver a la mujer tendida en el suelo, sin vida, se inclina sobre el cuerpo y como por inspiración divina, extrae su daga y rasga el vientre de la mujer, naciendo así el niño. A los pocos días fue bautizado Ramón, que era el nombre del Vizconde de Cardona en agradecimiento por su intervención, quien lo asume como ahijado.
Cerca de sus 20 años Ramón pide ingresar a la Orden de los Mercedarios. Profundiza su amor a María, y se compromete con sus hijos que están cautivos. Descubre el sentido de dar la vida por los hermanos. Es elegido por los Mercedarios como redentor, para el rescate de los cautivos.
En el año 1236, en Argelia, ante la gran cantidad de cautivos, decide quedarse como rehén en lugar de ellos, mientras sus compañeros conseguían el dinero para su rescate. Compartiendo el sufrimiento, la prisión y el mal trato que padecían los cautivos, Ramón comienza a consolarlos, a darles ánimo, a hablarles de ese Dios que nunca nos olvida. Y así su prédica y aliento no sólo llama la atención de los cristianos cautivos, sino también de sus captores, con lo cual comienzan a interesarse por su predicación, llegando a convertir a algunos de ellos. Esto enfurece a los jefes principales y le ponen un candado en su boca para que deje de hablar, sólo se lo sacaban para que pudiera comer. A pesar de ese tormento continúa predicando.
El Papa Gregorio IX lo nombra cardenal en el año 1239. Sin embargo, no llega a asumir este título ya que muere en el camino el domingo 31 de agosto de 1240. Para que no hubiera disputas sobre donde iba a ser enterrado, se propuso poner sus restos sobre una mula ciega, considerando que donde se detuviera sería el lugar que el santo había elegido para quedarse. Luego de detenerse brevemente en dos parajes, finalmente llega a la ermita de San Nicolás, lugar donde sus padres soñaron y anhelaron su nacimiento.
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