Jueves 23 de Junio de 2016

Historia de la Escuela Nº1

Al conmemorarse 150 años de su fundación (1866-2016).

CONCLUSIONES

Para poder entender  la historia de una Institución a través del tiempo, no hay que descontextualizarla de su tiempo y espacio.

Cuando se funda 9 de Julio, esto era una gran llanura cubierta de altos pastizales, rodeada de lagunas que se acumulaban entre los médanos (algunas salobres  y otras no, tal es el caso de las 3 lagunas), por eso adentrarse en estos lugares era toda una aventura, ya que no había sombra,  por la ausencia de árboles, al suelo había que desmalezarlo para que produjera algo comestible para humanos o animales, la única materia prima para construir las viviendas era barro y paja, por eso había que traer todos los elementos de otros lugares para convertir este espacio natural en un espacio social.

Los primeros pobladores no tuvieron como primera necesidad la educación porque estaban muy preocupados por sobrevivir, por eso es recién después de 3 años de fundado el pueblo que  se crea la primera escuela oficial, y es por eso que la matrícula de la misma no aumentaba, porque les costaba que las familiar mandaran sus hijos a educarse cuando eran más necesarios que fueran al matadero a buscar la comida para el sustento diario, por eso había tanto analfabetismo en la localidad.

No se puede juzgar a los docentes fuera del contexto: Los pocos que se aventuraban en la frontera  no eran precisamente los más capacitados, pero eso no les quita el mérito de luchar con las dificultades:

* materiales: escuela de adobe y paja o de material alquiladas a distintos dueños a quienes no les importaba  el mantenimiento de las mismas, por eso el devenir en tantos domicilios;   falta de equipamiento necesario para el dictado de las mínimas nociones, que a pesar de su precariedad había que trasladar demasiado seguido de un local a otro;  *sociales: apatía de la población ante el esfuerzo del docente de alfabetizar a sus hijos; *económicas: del poder político que no les transfería las partidas necesarias que obtenían, según ley, por el porcentaje de la venta de terrenos y/o del fallecimiento de dueños  sin herederos, y las matrículas de los pocos que pagaban no alcanzaban para ayudar a  los sueldos de los mismos, sin contar que el Departamento de Escuelas los enviaba cuando podía ya que acá no había bancos y un comisionado debía trasladarse a la vecina localidad de 25 de Mayo para traerlos, descontando un porcentaje de los magros haberes, y que el transporte se hacía en diligencia, dependiendo del estado de los caminos y el tiempo.

Por eso el sistema lancasteriano perduró tanto tiempo en nuestra localidad.

Hay que pensar que, para crear un establecimiento educativo, el Departamento de Escuelas sólo pedía la existencia de un local con un “pozo de balde” (aljibe) y una letrina. Cosas como: Agua corriente (se instala recién  en 1905),  iluminación eléctrica (en 1912), calefacción no eran ni soñadas. La higiene dejaba bastante que desear, no  existían los elementos de limpieza de hoy en día, lo que contribuía también a la proliferación de enfermedades, El Concejo Deliberante contaba con un solo portero para todas las escuelas que lo único que hacía era barrer y una vez a la semana higienizar las letrinas con lechada de cal. En la escuela hasta el año 1919 la limpieza estuvo a cargo de un niño a quien se le pagaba $25,- . Las calles eran de tierra (recién llegó el pavimento en 1930), la única iluminación del pueblo eran unas farolas de kerosene en  la plaza, y la primera luz eléctrica de la misma fue porque el Molino de Guerra (que existía en la cuadra donde ahora está la Biblioteca Ingenieros) hizo una extensión de su equipo, porque acá todavía no había Usina eléctrica.

Recién con la llegada del “normalismo”,  o las primeras egresadas de la Escuela Normal Popular se aseguraba una mejor calidad de la educación. La ley de creación de Colonias Agrícolas para erradicar los latifundios se aplicó a partir de 1890, pero los loteos mayoritarios de las mismas recién se efectivizan a principios del siglo XX, lo que atrajo a gran cantidad de inmigrantes de distintas nacionalidades (principalmente italianos y españoles) que vinieron  buscando paz y progreso o a “hacer la América”. La  política de estado hizo hincapié  entonces en la necesidad de alfabetizar para que los inmigrantes se afincaran en el país y/o pudieran manejar las maquinarias necesarias para la modernización. Recién entonces se incrementó la matrícula de la escuela. En las primeras décadas del siglo XX  es cuando la escuela contó con una notoria matrícula que llegó hasta 900 alumnos, con varias divisiones de cada grado.

La multiplicación de las escuelas, la comercialización del área urbana, que hizo que la zona no fuera ya residencial, fue haciendo que la matrícula fuera descendiendo paulatinamente  hasta casi finales del siglo XX.

Con la Reforma Educativa que incorporó a la matrícula 8º y 9º año se volvió a alcanzar ese número, pero el neoliberalismo económico que convirtió a la escuela en una empresa más y no se preocupó por la calidad de la misma,  y la nueva situación social,   hizo que la calidad se viera reemplazada por la contención (la escuela-guardería).

Con la nueva Ley de Educación iniciado ya el siglo XXI, que reemplazó este sistema, la escuela perdió esa matrícula a la que se le sumó 7º grado, convirtiéndose en lo que es hoy Educación Primaria (1º á 6º) habiendo pasado por una época de transición en donde había “más caciques que indios”, es decir. Primaria, resabios de la EGB, Secundaria Básica, Ciclo Superior, etc..Si a esto le agregamos que la misma tenía como eje vertebrador dos conceptos antagónicos “Educación de calidad con inclusión” (más inclusión que calidad para sacar a los chicos de la calle), ha hecho que la calidad quede sujeta al esfuerzo individual del docente que debe luchar con una realidad para la que no fue preparado, a lo que suma , una vez más la desjerarquización del mismo  que ya no es un “profesional” de la educación para ser un “obrero” de la misma y por lo tanto se le paga como a tal, debiendo los docentes acaparar más de un cargo para poder sostener a sus familias y tener un salario digno, con las consecuencias que esto lleva tanto en su tarea docente como para sí y su familia.

Por eso creo que, si la familia y la escuela se unen para cambiar esta situación, sin esperar que los milagros vengan de afuera, es posible que podamos salvar a nuestros niños de un futuro incierto, injusto y violento. Si cada uno trabaja por separado se desperdigan esfuerzos valiosos y los únicos perjudicados  son los niños.

Pensemos que 150º  años de historia no han sido ”en balde”. Que el esfuerzo de tantos bien vale la pena que nos sigamos esforzando por una sociedad mejor. Adelante está el camino, por lo tanto caminemos.

¡Feliz Cumpleaños!  Y que sean muchos más para orgullo de nuestra ciudad.

Por Gloria Luz Tapia

Profesora de Historia

Ex docente del Establecimiento

Vicepresidente de la Junta de Estudios Históricos


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