Sábado 28 de Diciembre de 2013

Hay que promover el desarrollo de energías alternativas

Publicación pedida por Generación R y Franja Morada Secundarios.

El impulso de la formación, la investigación y la actividad científica para el diseño de tecnologías ambientalmente sustentables no solo conducirá a obtener mayor eficiencia en los resultados de la política ambiental y en la lucha contra el calentamiento global sino que además permitirá dar impulso a los negocios o inversiones verdes para el desarrollo sustentable en nuestro país.

En el marco de un proceso de diversificación de la matriz productiva nacional – hoy acotada básicamente al desarrollo de las actividades productivas primarias – la Argentina podría convertirse en el futuro en un referente mundial en el diseño y producción de tecnologías verdes. Esto no solo podría significar un aporte para el crecimiento económico general de nuestro país sino que además permitiría generar nuevos puestos de trabajo vinculados a este tipo de industrias.

Existen diversos campos para el desarrollo de tecnologías limpias. Según Al Gore, en el ámbito de los hogares o viviendas particulares existen, por ejemplo, diversos tipos de sistemas geotérmicos domésticos para la calefacción, refrigeración y el agua caliente. “Algunos usan agua en circuitos cerrados o abiertos, unos utilizan un refrigerante y otros usan un pozo profundo”.  

Al Gore afirma que “se puede generar electricidad a partir del sol, principalmente de dos formas: produciendo calor que impulse un generador eléctrico  o transformando la luz del sol directamente en electricidad, mediante la utilización de celdas solares”.

Y sostiene además que “existen otras formas valiosas de energía solar que no producen electricidad. La llamada energía solar pasiva puede desempeñar un importante papel en la reducción del consumo de energía en los hogares y edificios comerciales”.  

Es por eso que el Estado y los bancos deben tener carteras para el otorgamiento de créditos verdes para la construcción de viviendas sustentables. En el mismo sentido los edificios públicos deberían ir transformando sus sistemas energéticos actuales así como también toda obra o planes de viviendas públicas que se hayan realizado o se  realicen en el futuro.

Según AL GORE “las edificaciones solares pasivas aprovechan la luz del sol como fuente directa de calor. Los diseños se basan en la física del movimiento del calor, de forma tal que los propios edificios se convierten en colectores solares, estructuras de absorción del calor y sistemas de distribución del calor”.

Por otra parte, el diseño y producción de aerogeneradores (para la energía eólica) y paneles (para la energía solar) son un buen campo de desarrollo tecnológico y económico al cual deberían apuntar nuestras miradas. En el mediano y largo plazo el país y el mundo demandaran en forma creciente estas tecnologías a la par que profundizan sus propios procesos de renovación de las matrices energéticas nacionales

Ello será así por la disminución de las reservas de energías fósiles y el crecimiento de los precios del petróleo,  las crecientes exigencias legales nacionales e internacionales ambientalmente más sustentables y en definitiva  porque a la larga resultaran económicamente más viables y atractivas para los inversores y los hombres de negocios.

Antes de que se desate la crisis financiera global del 2008 existía una tendencia mundial de crecimiento en la demanda de energías alternativas y renovables. Así lo manifestaba Al Gore en su libro Nuestra elección, cuando sostenía que “la energía eólica esta experimentando un veloz crecimiento y en la actualidad comprende mas de 120.000 megavatios en todo el mundo. En 2008, Estados Unidos añadió 8.500 megavatios a su potencia instalada de energía eólica, un incremento de un 50% en un solo año”.

Luego de la crisis financiera global que afecto fuertemente a las principales economías del mundo la demanda y las inversiones en el sector de las energías renovables empezaron a caer abruptamente al punto que en promedio el gasto mundial en el primer trimestre del 2013 bajo un 22% respecto del primer trimestre del año anterior. En España, por ejemplo, “las inversiones en este sector cayeron en el 2012 casi un 70%  alcanzando solo 2.200 millones de euros, es decir, una octava parte del record alcanzado cuatro años antes”.

La disminución de los costos en la producción de las tecnologías y la decisión de muchos inversores del primer mundo de salir al exterior hacen de nuestro país una excelente plataforma para ponerse a la cabeza en la producción y generación de energías renovables. Más aún, si tenemos en cuenta que en el extenso territorio nacional que va desde la Quiaca a la Antártida nuestro país posee una gran diversidad de climas que le otorga un enorme potencial para el desarrollo de este tipo de energías renovables.

Estas condiciones naturales sumadas a las posibilidades de desarrollo tecnológico y a las posibles atracciones de nuevas inversiones nacionales o extranjeras nos hacen pensar que a veces resulta más conveniente aprovechar las ventajas naturales de cada región para desarrollar proyectos de suministro de energía eólica o solar –según corresponda - a pequeñas ciudades y/o poblados que ampliar y/o hacer nuevas, grandes y costosas  represas hidroeléctricas.

Por otra parte, las exigencias legales nacionales comienzan a establecer objetivos y plazos con metas concretas que se deben cumplir en materia de reconversión energética. Así lo establece la Ley Nº 26.190 y el Decreto 562/2009 de fomento nacional de la producción de electricidad para el servicio público (no se aplica para la autogeneración) la cual  establece que en el 2016 el 8% del consumo energético nacional debe provenir de fuentes alternativas.

“Según estimaciones de la Secretaria de Energía eso significa para el año 2016 una generación de 10.500 GWh de electricidad a través de una potencia a instalar del orden de 2.800 MW…La empresa estatal Energía Argentina S.A. (ENARSA) adjudicó recientemente en el año 2010  la provisión de 895 MW para la generación de electricidad con centrales de hasta 50 MW, de los cuales 754 MW son eólicos”.

La empresa ENARSA aprobó 32 iniciativas para la generación de energía renovable por un total de 2.000 millones de dólares provenientes de inversiones del sector privado  a cambio de que el estado le compre durante 15 años la energía a precios fijados en moneda estadounidense. De estos proyectos correspondían en un 85% a energía eólica y el resto a emprendimientos solares, térmicos con biocombustibles y biomasa y pequeñas hidroeléctricas.  

Un paso en esta dirección, la inauguración en el mes de mayo de 2011 en la Provincia de La Rioja del mayor parque eólico de la Argentina, el cual con 12 aerogeneradores aportará el 20% del consumo  provincial. La inversión total del proyecto desarrollado por Impsa implicó una inversión de 240 millones de dólares y la instalación de 12 nuevos aerogeneradores.

Pero a pesar de estos anuncios, durante estos mas de tres años solo el 24% de las de las obras están terminadas o en construcción. Y los funcionarios del Ministerio de Planificación salieron a intimar a las empresas para que realicen las inversiones comprometidas o en su defecto se rescindirían los contratos firmados anteriormente para la generación de energías sustentables.

A diferencia de lo que ocurre en la realidad, el fomento de la investigación y la puesta en marcha de un plan para el desarrollo y el financiamiento de proyectos de tecnologías verdes debería ser una prioridad para el Ministerio de Ciencia y Tecnología recientemente creado, el Consejo Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología (CONICET), los Institutos Nacionales de Tecnología Industrial (INTI) y el del agua (INA), las Secretarias de Energía, de Industria, de Agricultura y de Minería y la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CONAE).

En el caso de este último organismo, se debería estimular el desarrollo de tecnologías satelitales aptas para advertir contingencias climáticas y daños ambientales, controlar el uso del suelo y el territorio y estudiar los procesos y comportamientos de los distintos ecosistemas acuáticos y terrestres.

Pensando en el largo plazo, y con el objetivo de estimular el espíritu creativo y el interés por el desarrollo de estas tecnologías en las nuevas camadas de alumnos y estudiantes, se deberá apoyar y dar continuidad a las Ferias Nacionales de Ciencias -en las que participan miles de chicos de todas las escuelas del país- estableciendo premios y financiamientos especiales para el desarrollo de aquellos proyectos que apunten a mejorar la calidad ambiental de la sociedad.

Generación R 9 de Julio
Franja Morada Secundarios


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