Martes 9 de Abril de 2013
Bajo la organiozación del Grupo "Sumar". Los mismos fueron coordinados por la pastora evangelista Cristina Román, quien superó sus adicciones en base a la fe.
Como se había anunciado oportunamente, el recientemente creado "Grupo SUMAR", autodefinido como "de perfil político solidario", y conformado por profesionales y vecinos de distintos sectores de la comunidad, se desarrolló ayer en el Centro Integrador Comunitario (CIC) "Dr. Martín Callegaro" de Ciudad Nueva, una interesante jornada sobre prevención de las adicciones, encuentro que fue coordinado por la destacada profesional, Dra. Cristina Román, y contó con una importante asistencia.
La disertante se mostró muy satisfecha con los alcances de la realización y la posibilidad de dialogar con las mamás que se acercan al CIC en busca de leche acerca de las adicciones, "de una manera muy abierta y muy amena".
"Hemos hablado puntualmente sobre los casos de consumo de drogas ya advertidos y cómo se debe actuar para ayudarlos y sacarlo adelante, con la responsabilidad que debe adquirir la familia dentro de su hogar", definió la especialista.
En tanto, la Dra. Román dejó claro como una cuestión importante a tener en cuenta "aconsejarle a la persona que consume en el momento en el que no está intoxicada, sino cuando realmente está necesitando una palabra, una contención y un apoyo, de manera tal de que la ayuda sea realmente efectiva".
"Yo asisto a 9 de Julio una vez por mes y en cada una de las visitas trabajamos con los talleres denominados "Libres para siempre" aquí en el CIC y en el Barrio Luján, en los que hacemos especial hincapié en que rescatar a un adicto es salvar a una familia; ya que cuando convive un adicto dentro de un hogar se suceden los problemas y no se puede vivir en paz", comentó asimismo la disertante, pastora evangélica que logró recuperarse a través de la fe, después de 20 años de consumo de drogas y volcó sus experiencias en dos libros, "De Hippie a pastora" y "Yo estaba muerta en vida", donde también refleja la situación que vivió su hijo con las drogas y el alcohol, entre los 7 y 14 años, "como consecuencia del ambiente en el que estaba viviendo".
"En uno de los capítulos hablo del convecino de esta ciudad Marcelo Carta, quien junto a su familia me ha brindado contención y atención en aquellos difíciles momentos", comentó asimismo.
"Las madres deben entender que los chicos pueden estar necesitando algo, y la forma de hacer notar que lo necesitan es tomando drogas y alcohol, poniéndose violento. Estas cuestiones ponen en evidencia necesidades y sufrimiento en sus emociones, y es allí donde se debe apuntar", enfatizó especialmente.