Lunes 3 de Junio de 2013
El Arq. Alejandro Beltramone se refirió al impacto de las construcciones de altura en las ciudades del interior.
Arquitectos de toda la región presentes en el Salón de las Américas.
9 de Julio fue sede de una importante jornada el pasado sábado.
En el salón de las Américas del Palacio Municipal, en la jornada del sábado último, se desarrolló una importante reunión del Distrito VII del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires, oportunidad donde se efectuó una charla y preselección de obras construidas, las que habrán de competir luego a nivel provincial entre los diferentes distritos.
Al Arq. Alejandro Beltramone -uno de los jurados del encuentro- destacó la importancia de este encuentro y del nivel alcanzado por la exposición realizada en 9 de Julio, que giró fundamentalmente en torno de “viviendas unifamiliares en barrios residenciales periféricas a la ciudad y viviendas en altura”.
“En los aspectos técnicos, y en función de las características de esta zona, que están fundidas con la Pampa, dialogamos ampliamente sobre la necesidad de ensamblar las construcciones con el entorno y con la naturaleza, de manera que si el emplazamiento es más urbano, la relación sea otra”, detalló.
Consultado acerca de las transformaciones que han sufrido las ciudades del interior provincial -entre ellas 9 de Julio- con un boom inmobiliario que ha hecho especial hincapié en las construcciones de altura, el especialista consideró que si las mismas “se hacen en función de las posibilidades de controlar hasta cierta cantidad de pisos, no deberían presentarse mayores inconvenientes”.
“En estas comunidades las alturas deberían estar dadas por los mismos niveles que los árboles tradicionales de esta zona, de manera que la altura se presenta en bloque y no en una torre”, definió, diferenciando entre “construcción y arquitectura”.
“Si yo voy a hacer un edificio donde mi mayor ambición es la inversión inmobiliaria, yo no estoy pensando en arquitectura sino en construcción; mientras que si se piensa en función de este último factor se debe entender que el proyecto termina en la fachada del vecino de enfrente y que la medianera no es un límite físico legal, sino una fachada compartida con otro vecino”, detalló.
En tanto, respecto al impacto sanitario de las construcciones de altura, opinó que la principal responsabilidad es el Estado, “que debe estar atento a las transformaciones y a un natural crecimiento que debe ser planificado; de lo contrario nos vamos a inundar porque no habrá cloacas suficientes”.
Finalmente, Beltramone agradeció especialmente al Colegio de Arquitectos y la Municipalidad de 9 de Julio por la bienvenida y las atenciones recibidas.