Jueves 24 de Julio de 2014
Argentina-EE.UU-Alemania. Por Marinel Ramos y Sol Saralegui.
Quienes escribimos esta nota, Marinel y Sol, fuimos participantes, durante los meses de mayo y junio del corriente año, de un Intercambio de Grupos de Estudio organizado por el distrito 4855 de Rotary Internacional del cual el club de 9 de Julio forma parte. Se trata de un Programa de Formación Educativa Cultural y
Profesional dentro de cuyo marco los distritos rotarios de diferentes países llevan a cabo un hermanamiento con el objetivo de estrechar lazos de amistad internacionales. Para ello se seleccionan grupos de cuatro profesionales que visitarán los países previamente acordados como sedes para realizar el programa. Los distritos envían y reciben recíprocamente a estos grupos de jóvenes no rotarios de entre 25 y 40 años que son acompañados en todo momento por un Líder de Equipo perteneciente a Rotary.
La duración del viaje de estudios es de cuatro semanas y los becados se alojan en los hogares de familias rotarias anfitrionas. Los países que participaron del intercambio este año fueron Estados Unidos y Alemania.
La experiencia comenzó a prepararse meses antes de realizar el viaje, tiempo durante el cual pudimos conocernos mutuamente como colegas, compañeros y amigos, y prepararnos para ser buenos embajadores de nuestro país y de Rotary en el destino elegido.
Una parte del intercambio se destina a las actividades e intereses profesionales de cada participante. Este es el momento en que se puede experimentar un ida y vuelta de preguntas, dudas, comentarios, experiencias comparativas en ambos países, etc. Y en ese sentido hemos visitado empresas, juzgados, universidades, escuelas, estudios jurídicos y de arquitectura, oficinas públicas, fábricas, centros de salud; hemos tenido encuentros con personajes destacados de las ciudades que visitamos, etc. Más allá de las distancias que implica estar en países desarrollados que sorprenden a cada momento con sus innovaciones tecnológicas, el enriquecimiento que brinda esta experiencia es mutuo. Hemos encontrado mucho interés en nuestra cultura de parte de quienes nos recibieron, mostrándose abiertos y atentos a nuestros comentarios y queriendo saber más acerca de nuestra forma de vida.
“En el caso de Alemania fue muy productivo, a nivel profesional, conocer los métodos constructivos, comparar y ver cómo podrían aplicarse en Argentina, conocer los lineamientos de diseño y el manejo de un estudio de arquitectura alemán”, Sol Saralegui.
“El sistema judicial en EE.UU parte de un origen muy distinto a nuestro ordenamiento continental basado en Códigos escritos pero, más allá de las diferencias, me resultó sumamente interesante participar de audiencias judiciales y de encuentros con abogados, jueces y funcionarios donde rescaté la importancia de la celeridad y practicidad en el desarrollo de las causas. Se privilegia la oralidad y el desarrollo tecnológico acorta los plazos.
En el caso del sistema educativo, en el Estado de Pensilvania principalmente, es admirable el avance de la enseñanza pública que acrecienta de modo significativo las diferencias con nuestras costumbres. El trabajo docente se organiza de otra manera, centrándose en el cargo en una sola institución, y lo mismo sucede con los trayectos de los estudiantes, donde se privilegian sus intereses a la hora de planificar el paso de cada uno por la escuela secundaria”, Marinel Ramos.
La otra parte importante del viaje es la destinada al tiempo de compartir y conocer la cultura de quienes tan amablemente nos recibieron. Y así, hemos participado de actividades de todo tipo que nos han acercado como personas de culturas diferentes que somos. Asistimos a eventos sociales y culturales que incluyeron encuentros rotarios y conferencias, visitas a museos, teatros, mercados, recorridos por importantes ciudades como Washington y Berlín, galerías de arte, puntos de interés turístico, organizaciones de ayuda social, etc. Nos encontramos con paisajes y personas inolvidables.
Pero también nuestro país fue objeto de múltiples elogios en las distintas charlas donde hicimos nuestras presentaciones con fotos, videos y comentarios. Quienes aun no tuvieron la oportunidad de venir expresaron su deseo de tener a Argentina como destino en próximos viajes. Y por supuesto el tiempo compartido con las familias rotarias que nos hospedaron, quienes nos hicieron sentir parte de su vida día tras día brindando todo de sí. Fueron especiales momentos de donde nacieron vínculos de amistad que deseamos mantener.
Si bien este artículo podría ser una larga explicación acerca de las dos grandes potencias que son los países visitados, donde lo primero que salta a la vista es la organización, el respeto y el orden; preferimos quedarnos con lo más importante que fue conocer personas de entornos diferentes pero que resultaron cercanas y que no dejaron de brindar calidez nunca. Pero por sobre todo, vivir el espíritu de hermandad rotaria internacional.
Estando otra vez en nuestro país podemos decir una vez más que lo mejor que tenemos es nuestra cultura y nuestra gente.
Queremos agradecer muy especialmente al Rotary Club de Nueve de Julio que, no sólo nos brindó esta oportunidad de poder participar de la selección y formar parte del grupo de becarios, sino también por haber puesto todo su empeño en recibir en la ciudad a dos grupos de 10 jóvenes profesionales de Estados Unidos y Alemania durante una semana en el mes de mayo. Como lo habíamos expresado antes, el programa se trata de un intercambio recíproco por lo cual el club de 9 de Julio trabajó desde principio de año en conjunto con las autoridades del distrito organizando la bienvenida y las actividades que se llevaron a cabo con los becarios del exterior dando lo mejor de sí para recibirlos. Aquí también queremos hacer extensivo el agradecimiento a la comunidad que fue partícipe del programa colaborando como guías, intérpretes y abriendo las puertas con toda generosidad.
A nosotras se nos brindó la oportunidad de ser parte de esta experiencia inolvidable que enriqueció nuestras vidas, razón por la cual queremos seguir apoyando estos programas y colaborando con el club en todo lo que sea necesario. Nos gustaría además poder entusiasmar a jóvenes entre 25 y 40 años para que consideren ser parte del intercambio de grupos de estudio y esa es una de las razones por las que estamos compartiendo nuestra experiencia.
Es cierto que hay una tendencia a viajar y conocer nuevos lugares; los jóvenes hoy priorizan el conocimiento de otras culturas más que en otros tiempos y pueden concretar ese objetivo más fácilmente, pero una oportunidad así es especial por tener el agregado de ser algo más que un viaje, es un intercambio con todo lo que esa palabra significa y está avalada y desarrollada por Rotary Internacional, una red mundial de personas dedicadas a la ayuda social que, con tantos años de experiencia, ha logrado que estas oportunidades se lleven a cabo con éxito.
Marinel Ramos y Sol Saralegui