Jueves 21 de Agosto de 2014
La nota del diario “El Día” de La Plata menciona los planteos realizados en la reunión por representantes de la ONG local “9 de Julio, Todos por el Agua”.
La audiencia pública para debatir el ajuste tarifario propuesto por ABSA de entre el 46% y el 145% terminó anoche, en medio de un fuerte cruce y malestar de concejales, legisladores y vecinos bonaerenses que se trasladaron hasta San Cayetano para expresar críticas a la gestión de la empresa y rechazar de plano un aumento.
Con una fuerte polémica por el lugar elegido por el Organismo de Control de Aguas de la Provincia (Ocaba), que convocó al cónclave en un distrito alejado de los grandes centros urbanos, las dificultades para llegar a un lugar para donde no hay micros directos no impidió que más de 150 personas colmaran el teatro municipal para escuchar las razones por la que ABSA solicita el aumento y, fundamentalmente, ser escuchados en una infinidad de reclamos que mantuvo a los vecinos de distintas zonas de la Provincia al borde de la crispación durante toda la jornada.
Presidida por el Defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto, cerca de 50 oradores pidieron explicaciones a la empresa por la falta de mantenimiento del servicio cloacal, el vuelco de desechos sin tratamiento a ríos y arroyos, la presencia de altos niveles de arsénico y nitratos en el agua de red y la falta de presión. Habían llegado desde Pehuajó, Bahía Blanca, Nueve de Julio, La Plata, Villarino, Florencio Varela, Coronel Rosales, Moreno, Carlos Casares y Campana, entre otros distritos.
Los directivos de ABSA habían expuesto previamente los argumentos que llevaban a solicitar una suba, entre ellos, un déficit de unos 24 millones de pesos y la necesidad de realizar nuevas inversiones, sumado a la actualización del costo de los insumos necesarios para el tratamiento del agua potable.
No convencieron al auditorio. En el caso de Carlos Casares, los vecinos llevaron botellitas con el agua marrón, el agua que sale de las canillas de sus cocinas. “ABSA no pone arsénico en las napas”, respondió uno de sus directivos, a lo que le siguió una explicación de que están “trabajando en eso”.
La respuesta enardeció a los vecinos con duras críticas a la empresa, pero, principalmente, al Ocaba: “La planta de abatimiento de arsénico no nos está dando resultado y el agua que tomamos no es potable. Le estamos hablando de agua, señor Defensor, que no es un servicio público, es un derecho. Y le hablo a Usted porque el Ocaba nunca vino a dar la cara”. La explosiva exposición del concejal del FpV de Villarino Sergio Damiani fue interrumpida por los estrepitosos aplausos que resonaron en medio de un auditorio. La situación derivó en que, por ejemplo, representantes de Bahía Blanca y Villarino pidieran ser eximidos de cualquier medida de aumento. “Es rídiculo que nos quieran aumentar por un servicio que no nos brindan, revientan las cloacas en las veredas, tenemos enormes pérdidas de agua y, encima, nos quieren cobrar más”.
En Nueve de Julio el reclamo fue contundente: “Tenemos agua con arsénico, la gente está tomando veneno y no se implementan medidas efectivas. Tenemos casos de chicos con problemas en la piel por esto”, dijo la vecina Julia Crespo.
El distrito de San Cayetano nunca fue tan cuestionado. Con 7.500 habitantes y ubicado bien al sur bonaerense, la elección de hacer la audiencia pública para debatir el ajuste en ese lugar fue interpretado como una forma de desalentar la concurrencia y la participación del debate cuya forma, si bien no es vinculante, está establecido por ley.
La semana pasada el juez en lo Contencioso Administrativo Luis Federico Arias había hecho lugar a un amparo presentado por el diputado provincial Ricardo Vago en el que solicitaba que la audiencia en cuestión se realizara en un lugar de más fácil acceso y mayor cantidad de usuarios afectados por el servicio, por lo que el Ocaba debía convocar a una nueva asamblea para discutir el tema en una ciudad bonaerense más populosa, a confirmar.
Pero en medio de un debate que venía caliente, el legislador del Frente Unen irrumpió en el auditorio y lanzó, indignado, un fuerte reproche al presidente del Ocaba, Javier Coronel: “Apelaron, ustedes y el fiscal de Estado (Hernán Gómez) apelaron la medida cautelar, no quieren abrir la discusión a la gente que no se pudo trasladar”, gritó.
Bonicatto, en calidad de presidente del encuentro, debió intervenir .
“Tengo que aclarar que el lugar para realizar la audiencia no lo elegí yo”, remató.