Miércoles 13 de May de 2020
Los integrantes del Consejo del Partido Justicialista de la Ciudad de Nueve de Julio manifestamos nuestro apoyo incondicional a las negociaciones del Presidente Alberto Fernández y del Gobernador Axel Kicillof con los acreedores externos. La patriótica defensa del interés nacional genera en nosotros una decidida actitud militante, conociendo las dificultades que ello conlleva en un inédito contexto global de crisis financiera y económica. Compartimos la postura humanista y solidaria, que privilegia, en primera instancia, la recuperación de la senda del crecimiento económico para proteger el futuro del Pueblo argentino y del Pueblo bonaerense. Nuestro compañero Presidente, que ante la pandemia del coronavirus ha puesto como prioridad el cuidado de la salud de todos los argentinos, afronta la responsabilidad de negociar una deuda devenida en hipoteca social por una mala política del gobierno anterior. Pero, consciente del daño que le provocaría al Pueblo utilizar los recursos públicos para pagarla sobre la base de más ajuste y recortes de los ingresos de los trabajadores y productores, ha decidido honrar los compromisos financieros sin ajustes ni violación de derechos. En la Provincia el camino encabezado por Axel va en la misma dirección: cuidar el trabajo, la industria y el futuro de los y las bonaerenses en un territorio que, como dice nuestro Gobernador, constituye el corazón productivo de la Argentina. La actual crisis hace crujir los cimientos hasta de las grandes potencias, lo que insta a la dirigencia mundial a replantear de inmediato la elaboración de políticas públicas internacionales con una escala de valores que deberá tener en primer lugar a las personas, punto de partida y de llegada de cualquier proyecto que tienda a salvaguardar la vida y nuestra casa común, el planeta Tierra. Así lo sentimos desde el Justicialismo, movimiento democrático y popular que hunde sus raíces doctrinarias en el humanismo solidario. Para nosotros la dignidad de la persona humana es irrenunciable, máxime en este momento crucial del mundo. Por eso, nos ocupamos de morigerar los efectos sanitarios y económicos de la pandemia sin descuidar ni olvidar que hay otra pandemia que escandaliza a la humanidad: la pobreza, resultado final de la concentración del dinero y de la especulación de los mercados financieros que carecen de Dios, patria y bandera. La muerte y la exclusión de millones claman al Cielo. Nuestro compañero Presidente ha heredado una deuda mal contraída, con vencimientos a corto plazo que son impagables en las condiciones que exigen los acreedores. De ahí su propuesta de pago que apela a la sostenibilidad y al crecimiento, es decir, al cumplimiento racional, sin hambrear y empobrecer al Pueblo. Vale destacar que el fenomenal endeudamiento argentino fue contraído con intereses onerosos, y, además, le abrió las puertas a la fuga de divisas que debieron haberse invertido en la producción y el trabajo. Estamos convencidos de que la Patria podrá generar condiciones de crecimiento, a partir de la propuesta de pago elaborada por el equipo económico del gobierno federal. Hemos arribado a una situación límite y los acreedores deberían tener en cuenta lo que alguna vez dijo Néstor Kirchner: “los muertos no pagan”.