Jueves 23 de Octubre de 2014
Reflexiones y acciones se imponen con la misma urgencia.
De un tiempo a esta parte, vecinos de la ciudad han expresado su malestar y preocupación por el estado de abandono que muestra el Parque General San Martín, en sus distintos sectores.
Más allá del caso puntual que representa el espejo de agua, donde han vuelto a proliferar algas que resultan muy complejas de combatir y para lo cual –de acuerdo a lo indicado por el Ejecutivo Municipal, se arbitran los medios para que el Estado Provincial envíe a nuestra ciudad una draga para efectuar una nueva limpieza, instancia que aparece como el método más efectivo y rápido-, hay muchas otras cuestiones que bien podrían solucionarse casi de inmediato, sin onerosas inversiones y con buena voluntad, o al menos, mayor acción.
Como muestran fotografías tomadas en el lugar por nuestro medio, y aportadas por vecinos y lectores, hay sectores tales como los baños que muestran un total estado de abandono.
Los sanitarios, por ejemplo, carecen de infraestructura mínima para un correcto funcionamiento y la higiene es directamente inexistente.
Si bien es cierto que el vandalismo, la falta de conciencia para cuidar –o al menos no dañar innecesariamente lo que es de todos- aporta lo suyo; deberían tomarse medidas al respecto y repensar la posibilidad de que los mismos sean acordes a las necesidades de los vecinos.
Los juegos infantiles no son la excepción a la falta de mantenimiento, ya que los mismos parecen no ofrecer todas las seguridades necesarias para que los niños puedan disfrutar sin que sus padres deban estar revisando antes si pueden o no subir a un tobogán o a una hamaca.
Por otra parte, es de destacar que en este mismo sector de juegos, años atrás, el municipio dio un paso adelante en lo que hace a la inclusión de personas con discapacidad, agregando juegos adaptados para quienes poseen discapacidad motora –los que lamentablemente en reiteradas oportunidades son utilizados desaprensiva y descuidadamente por personas “normales”, que incluso los dañan-, aunque, relacionando esto con el sector anterior de los sanitarios, cabría también preguntarse si no sería necesario incluir también baños para personas con discapacidad.
También el único bebedero –que naturalmente solo proporciona agua de red con los problemas ya conocidos- se encuentra deteriorado y falto de mantenimiento, así como la rejilla de desagüe del mismo, que puede convertirse en una verdadera “trampa” para cualquier niño.
No es excepción la fuente ubicada en la esquina de Avda. Mitre y Tomás Cosentino, otrora orgullo nuevejuliense –tanto como la de Plaza España-, que ya no tiene luces, ha reducido sus vertientes de agua, y hace tiempo no se la observa funcionando. Es notable, además, la falta de mantenimiento respecto del alumbrado.
Yendo más hacia el interior del paseo público por excelencia de los nuevejulienses, los bancos de madera contiguos al lago se encuentran rotos y abandonados, como así también los de material y las parrillas del sector de fogones, donde también el vandalismo ha jugado un papel fundamental para este estado de deterioro.
Por último, debe mencionarse también la existencia de basura arrojada por quienes, pese a lo descripto, disfrutan de este lugar de esparcimiento.
Ante esta descripción y la inquietud de los vecinos, bien vale reflexionar comunitariamente sobre las siguientes cuestiones:
Si bien falta educación ciudadana para respetar normas mínimas de convivencia como lo que implica no arrojar residuos, tampoco es abundante ni la mejor la cantidad de cestos y su estado. No existe la posibilidad de ilustrar a quienes concurren al Parque sobre la necesidad de colaborar en su limpieza y muchos menos lo que debería ser ya una cuestión natural, como la posibilidad de diferenciar los residuos para su disposición y reciclado. Además, por supuesto, de la responsabilidad que le cabe al área municipal encargada del mantenimiento del Parque General San Martín.
