Miércoles 14 de Febrero de 2018
En el llamado, los delincuentes dicen que tienen un familiar secuestrado y piden dinero u objetos de valor para su liberación. Ante la duda de quien recibe el llamado, el delincuente le propone que no corte y se comunique con su familiar: el victimario no cuelga, por lo que luego de marcar le vuelve a hablar a la víctima, asegurando que tiene el teléfono del secuestrado, cuando en realidad nunca interrumpió la comunicación.