Mi San Expedito de las causas
justas y urgentes, intercede
por mí junto a Nuestro
Señor Jesucristo, para que
venga en mi socorro en esta
hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito, tú
que eres el Santo guerrero.
Tú que eres el Santo de
los afligidos. Tú que eres el
Santo de los desesperados.
Tú que eres el Santo de las
causas urgentes, protégeme,
ayúdame, otorgándome:
fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el
pedido).
M.Z.