Mi San Expedito de las
causas justas y urgentes,
intercede por mí junto a
Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi socorro
en esta hora de aflicción
y desesperanza. Mi San
Expedito, tú que eres el
Santo guerrero. Tú que eres
el Santo de los afligidos.
Tú que eres el Santo de
los desesperados. Tú que
eres el Santo de las causas
urgentes, protégeme, ayúdame,
otorgándome: fuerza,
coraje y serenidad. ¡Atiende
mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito, ayúdame
a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los
que puedan perjudicarme,
protege a mi familia, atiende
mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
¡Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el
resto de mi vida y propagaré
tu nombre a todos los que
tienen Fe. Amén.
Hacer la señal de la cruz.
Rezar un Padre Nuestro, un
Ave María y un Gloria.
Dorita.