Jueves 26 de May de 2016
Se van disipando las dudas. No se trata de un juicio político. Se trata de una maniobra para “parar la sangría” que significa destapar la corrupción política y empresarial en Brasil. Justamente quien no está personalmente manchada por este mecanismo perverso es Dilma Rousseff.
Ese mecanismo perverso hizo funcionar el sistema en Brasil durante muchísimos años. Se desarrollo con la complacencia de políticos, empresarios, militares, periodistas, etc. Su desmantelamiento debió provenir de la misma política, lamentablemente no fue así.
Tuvo que ser el Poder Judicial quien pusiera en foco esta realidad. Un marco de recesión económica hizo que el pueblo prestara mayor atención al tema y todo terminó en el escándalo que salpica a buena parte de esta dirigencia. Sin embargo no es Dilma Rouseff la que aparece manchada, sino buena parte de los que pretenden ser sus jueces.
La conversación entre Romero Jucá y Sergio Machado deja poco lugar a dudas. Se trató de una maniobra para destituir a Dilma Rousseff y crear las condiciones de un “pacto nacional” que ponga límites a la operación Lava Jato. Es decir buscar un chivo expiatorio para alcanzar la impunidad de los verdaderos corruptos. Queda en evidencia que los intentos por enmascarar el “golpe” detrás del “funcionamiento de las instituciones” era solo un
ardid.
Desde el Partido Socialista Auténtico de Argentina volvemos a ratificar:
1.- Nuestra solidaridad con la presidente de Brasil Dilma Rousseff -respaldada en la última elección por 54 millones de brasileños-,
2.- El pedido de suspensión del falaz juicio político y la inmediata restitución de la presidente en su cargo; y
3.- La necesidad que la Democracia en el hermano país pueda desintoxicarse, avanzar en el conocimiento de la verdad y alcanzar la justicia, en el marco del respeto a la voluntad popular.
Partido Socialista Auténtico - Mario Mazzitelli
Secretario Gral. Nacional - Eduardo Romanín
Secretario de Relaciones Institucionales